Con un primer tiempo interesante, con un equipo local protagonista y presionando para luego generar acercamientos a portería, además poniéndose en ventaja con gol del uruguayo Ruiz, el equipo serenense cumplía un buen papel ante 1.500 espectadores en la fría noche de la conurbación.
Se pensaba que el equipo había reaccionado al muy mal partido pasado ante Barnechea y que comenzaba a encontrar un camino para salir del presente futbolístico pantanoso en el que se encuentra.
Ilusión que duró poco ya que en el segundo período vino la debacle del conjunto granate. Apareció el argentino Ortega y el once microbusero fue un vendaval de goles, ante un reacción que simplemente no llegó en el local.
Una ráfaga de 3 goles dejaron perplejos a los espectadores. El descuento postrero de Ramirez no alcanzó para maquillar un resultado desastrozo.
En definitiva un equipo feble, carente de aplicación en el esquema defensivo y que cayó una vez más en el desorden y la desorganización colectiva.
La debacle parece no tener fondo y la sangría es grave. Se está muy lejos de la punta y hundiéndose en la parte baja de la tabla.
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