En el 28% de los hogares de Chile al menos uno de sus miembros fue víctima de un delito en el año 2017. Así lo expresa la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) realizada por el INE.
Sobre la percepción de inseguridad, la cifra descendió del 85% al 80,8%. Otra caída se vio en el porcentaje de denuncias, que ha experimentado una baja sostenida durante los últimos tres años.
Los principales argumentos para no denunciar los delitos, según la encuesta, son que la pérdida “no fue lo suficientemente seria” o por creer que los tribunales o las policías “no hubieran hecho nada”.
La región con mayor victimización fue Tarapacá, con un 35,9%, seguida por la Metropolitana, con el 31,9%. Ambas son las únicas zonas por sobre el promedio país.
En cuanto a la región de Coquimbo, los resultados del informe muestran que la tasa de victimización de hogares es de 23,4% variando de forma significativa al año 2016 que fue de 27,6%, es decir 4,2 puntos porcentuales
En este caso la victimización es por delitos de mayor connotación social como robo con violencia e intimidación, robo por sorpresa, hurto, lesiones y robo de vehículos.
La Coordinadora Regional de Seguridad Pública, Sara Contreras señaló que “si bien estas cifras son alentadoras para la región, hablan de una reducción importante en poco tiempo, por lo que en primer lugar enfocaremos nuestros esfuerzos en mantenerlas, para poder cumplir con el compromiso de llegar a un 20% de victimización hacia fines del período presidencial. El énfasis de nuestro trabajo, que está dado desde la Subsecretaría de Prevención del Delito, es la participación ciudadana, teniendo como herramientas principales para prevenir los delitos el sistema STOP y nuestro programa Denuncia Seguro, entre otros”.
Por otra parte, durante el 2017, cuatro de cada cinco personas entrevistadas (82,4%) de la región cree que la delincuencia aumentó en el país y el 36,5% de los entrevistados cree que será víctima de un delito en los próximos 12 meses.
Además, otra cifra importante es que solo el 44,5% de los hogares victimizados de la región denunciaron al menos un delito, debido a que piensan que la “policía no podría haber hecho nada” o que “la pérdida no fue suficientemente seria”.
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