Con solo 26 años, Karol Escobar sufre del Síndrome de Enclaustramiento, una condición que mantiene su cuerpo paralizado, excepto el movimiento en sus ojos, con los que se comunica.
Es uno de los casos de este síndrome en la región y que tiene a su familia muy afectada por lo sucedido y luchando para que la joven tenga una mejor calidad de vida.
Y es que en un año la vida les cambió rotundamente. Karol trabajaba de parvularia en un jardín infantil de Las Compañías y su familia la define como “muy sana y alegre”. Pero a raíz de un infarto cerebral con resultado de disección de arteria vertebral, ella quedó con un cuadro de síndrome de enclaustramiento y a causa de su disección necesita ventilación asistida.
Natalia Escobar, hermana de Karol, relató a Mi Radio que “ella no se puede valer por si misma, no se puede mover, no puede hablar, ella está con traqueotomía, se alimenta por sonda, depende de su familia para poder alimentarla, para todo”.
“Para nosotros ha sido un cambio tremendo, difícil, pero nosotros amamos a mi hermana, toda la familia está unida para ayudarla y darle toda la energía y el amor”, afirmó Natalia.
Respecto a su vida anterior, comentó que Karol “era una niña normal, no se alimentaba bien porque trabajaba mucho”, lo que habría repercutido en la enfermedad.
Actualmente ella necesita de pañales, toallas húmedas, remedios, además de la asistencia de profesionales como kinesiólogo, enfermera y un médico. Agradece a los antiguos empleadores que han apoyado a la familia y también a la empresa Oximed que los ha ayudado, pero dice que hay falta de empatía de parte de los profesionales que la atendían en el Hospital de La Serena.
“Ella está totalmente consciente, el problema no es mental es físico”, de acuerdo a Natalia, Karol quiere dar a conocer su caso para que entiendan lo que es vivir con el síndrome de Enclaustramiento y para que se tome conciencia de la importancia que es el entender que con esta condición ellos se dan cuenta de todo lo que ocurre a su alrededor, pero no pueden comunicarse pues “están atrapados en su cuerpo”.
“Mi hermana necesita que la ayuden”, son las palabras de Natalia, quien lucha cada día junto a su familia para que Karol pueda ir mejorando y reciba la atención y tratamientos que requiere para mejorar su calidad de vida.
Atrapada en su cuerpo
Desde el Hospital de La Serena, donde se atiende Karol, explicaron las razones de este síndrome de enclaustramiento y el futuro que deberá enfrentar la joven.
La neuróloga, doctora Carolina Gómez, explicó que “Karol tuvo un infarto cerebral que afectó la base del cerebro que se llama tronco encefálico, ella tuvo una enfermedad muy particular que se llama disección arterial (…) y esto causó una parálisis severa de todo el cuerpo, ambos lados, lo que no es tan habitual porque en los infartos, en general, se paraliza un solo lado”.
La disección arterial es cuando se rompe una arteria por diferentes motivos. Cabe destacar, que un infarto cerebral le puede dar a cualquier persona sin importar la edad.
La Dra. Gómez añadió que Karol “además tiene dificultades para respirar por ella misma, por eso necesita el apoyo de un ventilador y también dificultades para tragar y hablar, o sea ella básicamente está prisionera en su propio cuerpo pero al mismo tiempo está consciente y se da cuenta de las cosas, solo que no puede comunicarlo”.
Respecto a la situación de la joven de 26 años, la experta afirmó que “Karol tiene muchas dificultades para comunicarse y expresar lo que ella quiere pero con pequeñas señales si es capaz de hacerlo, la comprensión de ella es normal así que se puede establecer un sistema de comunicación simple para que pueda decir lo que ella quiere”.
Finalmente expresó que ella requiere de rehabilitación constante, al ser una persona joven puede ir mejorando cada día, incluso lograr ventilar de manera independiente o recuperar el control de una mano para que utilice artículos electrónicos.
Infarto cerebral
La condición de Karol Escobar tuvo origen en un infarto cerebral que “es una causa muy importante de mortalidad y de enfermedad a toda edad, las principales causas son la presión arterial elevada, mal controlada y otras causas son la diabetes, el colesterol elevado, el tabaquismo, las enfermedades cardíacas y obviamente eso se correlaciona con el estilo de vida que tenemos actualmente, mala alimentación, sedentarismo, falta de controles médicos, etc”, aseguró la neuróloga del Hospital.
Y destacó que algunas señales para detectar un infarto de este tipo son:
- Dificultad para hablar: que no hable claramente, confundir palabras o hablar como si tuviera algo en la boca.
- Dificultad para mover alguna parte del cuerpo: sonrisa asimétrica o no poder levantar ambos brazos al mismo tiempo son señales de alarma.
“Es muy importante consultar tempranamente, porque durante las primeras horas, uno puede hacer una terapia intervencional, que busca destapar la arteria tapada y lograr mejorar los síntomas”.
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