Un Recurso de Protección por vulneración de derechos interpusieron los apoderados de dos alumnos del colegio María Educa.
Esto porque alegan que fueron expulsados injustamente del establecimiento tras una pelea con un estudiante de otro curso.
Se trata de dos jóvenes de segundo medio, quienes, según el relato de Jessica Basulto, una de las madres, respondieron a las constantes provocaciones de un joven de un curso menor, el que habría estado tratando a su hijo de “maraco”, entre otros insultos.
Una situación de acoso que el joven habría estado viviendo desde hacía un tiempo sin informarle sus padres ni profesores.
Fue su compañero, el otro joven expulsado, quien dio el primer golpe en defensa de su amigo, lo que provocó una pelea entre los estudiantes, los que fueron llevados a inspectoría a dar su declaración.
“Que el día 31 de mayo de 2018, los adolescentes mientras se encontraban en dependencias del establecimiento educacional eran hostigados y molestados constantemente por otro alumno del mismo establecimiento y quienes, para defenderse de las agresiones del otro adolescente, los hijos y pupilos de los recurrentes le propinaron un golpe de puño a fin de que se les dejara de amenazar y de perseguir, situación que era recurrente en el establecimiento educacional puesto que el alumno “agredido” pertenece a un grupo de pandilla integrada por jóvenes mayores de edad quienes incluso se han constituido fuera del establecimiento educacional al momento que termina la jornada escolar con el fin de amenazar a los adolescentes” establece parte del recurso de protección presentado por los apoderados de ambos estudiantes.
Luego de esto, el colegio accionó un protocolo de maltrato escolar que contenía diversas etapas y fechas de aplicación, sin embargo, la decisión del colegio fue la expulsión inmediata de los dos menores de segundo medio.
Jessica Basulto explicó que “pasaron 15 días y nos llega una carta donde nos informan que los alumnos de 2do medio quedan expulsados del colegio por no haber un registro del hostigamiento del niño de primero medio lo cual encontramos muy extrema la medida, dejándolos sin derecho a estudiar el segundo semestre en el colegio”.
En dicha carta, se establece que “aquellas conductas que alteran y ponen en riesgo el desarrollo educacional pedagógico, moral, la salud o seguridad personal de los demás, en actividades desarrolladas, tanto fuera como dentro del colegio, que pueden ameritar condicionalidad, separación temporal o definitiva del alumno o alumna del colegio”.
El documento agrega, en específico que “uso de fuerza física (como golpear o ejercer violencia) o psicológica – individual o colectiva – desproporcionada o excesiva en contra de un alumno o de cualquier otra integrante de la comunidad educativa”.
Desde el momento que los menores fueron notificados, los apoderados del curso los apoyaron y se movilizaron, enviando cartas al colegio en rechazo de la medida adoptada, incluso realizaron una denuncia en la Superintendencia de Educación apelando a la expulsión.
El día 4 de julio, el organismo, a través de una carta, informó a los apoderados de ambos estudiantes la decisión de acoger la medida del colegio, quedando oficialmente los dos menores expulsados.
Ahora bien, en el Recurso de Protección presentado en la Corte de Apelaciones de La Serena, se indica que fueron tres los derechos y garantías constitucionales vulnerados.
Primero indican que el establecimiento vulneró la garantía del Debido Proceso que dispone el artículo 19 N°3 incisos 4 y 5, “el establecimiento educacional colegio María Educa vulnera esta garantía al tomar una medida tan gravosa como la separación de alumnos antiguos del colegio a través de esta comisión especializada formada por los diversos comités y autoridades del mismo fundándose en un protocolo de acción que en ningún caso se ajusta a derecho y además refiriéndose a la tipificación de conductas y adoptando sanciones que en definitiva fueron impuestas de manera arbitraria e ilegal a dos menores de edad” expone el recurso.
En segundo lugar, el derecho a la educación establecido en el artículo 19 N°10, incisos 1, 2 y 4 y finalmente una vulneración a la Convención Internacional de los derechos del Niño que en Chile se encuentra ratificada y adopta un rango constitucional de acuerdo a lo establecido en el artículo 5º inciso 2º de la Constitución Política de la República, específicamente respecto de su artículos 3º, 16º, 27º y 28º número 2.
En dicho recurso solicitan la reintegración de los jóvenes al establecimiento, sin embargo, los dos estudiantes ya fueron reubicados y se encuentran cursando el segundo semestre en otro establecimiento, explicó Jessica, esto por consejo de su abogada quien le indicó que de no hacerlo serían las propias apoderadas quienes vulnerarían los derechos de los menores.
Ahora bien, las madres no descartan tomar acciones legales en contra del colegio, “nosotros como familia lo pasamos super mal, nosotros pensamos que con lo que los niños hicieron los iban a suspender, mi hijo nunca había tenido una pelea en el colegio ni una altercado”.
Una de las situaciones que ha afectado más a los jóvenes es no poder terminar su período escolar junto a sus compañeros, ya que desde hace ocho años que estaban en el establecimiento sin provocar problemas o conflictos anteriores, aseguró la presidenta de padres y apoderados del curso, Fabiola Esquivel.
MiRadio se contactó en varias oportunidades con el colegio, para conversaron con su director, Cristian Pérez, para obtener su versión de los hechos sin respuesta positiva.
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