Esta semana, el paso del fuerte tifón Jebi arrasó la mitad occidental de Japón y dejó 10 víctimas fatales y más de 300 heridos, según las últimas cifras entregadas este miércoles por el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga.
La mayoría de las víctimas sufrieron caídas causadas por las ráfagas huracanadas o resultaron golpeados por objetos proyectados por el viento.
Tras atravesar el archipiélago desde el suroeste hasta el norte, ha ido perdiendo fuerza hasta convertirse en una tormenta.
Jebi, el tifón más poderoso en llegar al país en 25 años, ha dejado a su paso un reguero de lluvias torrenciales, desbordamientos de ríos y vientos que han superado los 220 kilómetros por hora, lo que ha causado cuantiosos daños materiales en edificios y vehículos y sembrado el caos en los transportes.
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