El elemento de nuestro signo zodiacal es fundamental para ver qué compatibles somos con otros signos.
Estos elementos son el agua, el fuego, el aire y la tierra. Aunque no es un factor determinante para saber la compatibilidad entre dos personas, esta compatibilidad es guía, no solo en lo relacionado al plano amoroso, sino también se puede extrapolar a las relaciones cotidianas (laboral amistad etc.).
Los signos de agua son Piscis, Cáncer y Escorpio, personas excepcionalmente emocionales e hipersensibles. Son muy intuitivas.
Los signos de agua tienen una gran cantidad de memoria y aman las conversaciones profundas y su privacidad. Ellos se auto-critican abiertamente y siempre están presentes para ayudar a sus seres queridos.
Los signos de fuego son Aries, Leo y Sagitario, tienden a ser apasionados, dinámicos y llenos de temperamento. Se enfadan rápidamente, pero ellos siempre perdonan fácilmente. Son aventureros con una tremenda energía.
Los signos de fuego son inteligentes, son conscientes de sí mismos, son gente creativa e idealistas.
Los signos de tierra son Capricornio, Virgo y Tauro, las personas “ancladas” en el planeta y los que nos traen de vuelta a la tierra. Ellos son en su mayoría conservadores y realistas, pero también pueden ser muy emocionales. Son concretos, leales y estables.
Los signos de aire son Acuario, Géminis y Libra, personas que aman la comunicación y las relaciones con los demás. Son pensadores, son amables, intelectuales, comunicativos y analíticos exceso de volatilidad emoción fácil y sus ganas de relacionarse con los demás.
- Relación mismo elemento
Fuego – Fuego: relación intensa y apasionada. Ambas personas se estimulan para desarrollar su individualidad, se dan empuje mutuamente, comparten actividades que les ayudan a expandirse.
Aire – Aire: libertad absoluta, jamás se aburrirán. Pueden ser poco prácticos. La relación se basa en la comunicación y en la confianza.
Tierra – Tierra: una relación honesta, armónica y leal. Aprecian su mutua necesidad de estabilidad y rutina.
Agua – Agua: tienden a ser muy sensibles a las necesidades de cada uno, sin embargo, cuando algo perturba sus emociones puede ser difícil, ya que tienden a unirse tanto que a veces pierden sus propias identidades.
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