Fracaso, decepción, frustrante, desilución, etc… El calificativo puede ser el que cada hincha elija, lo claro es que el balance del 2018 en CD La Serena es negativo.
Un técnico (Ariel Pereyra) que nunca encontró un funcionamiento en el primer semestre, cosa que no mejoró mucho en el 2o con el arribo de Luis Marcoleta, dejaron al conjunto de La Portada peleando por no descender hasta la penúltima fecha del campeonato.
Eso como equipo. Ahora, en lo individual, fue evidente que hubo rendimientos bajos en general y muy decepcionantes en algunos casos, nombres de altísimo valor para el club y que en la cancha no aportaron nada. La voluntad de Ruiz, las atajadas de López y Hartard en su momento, la vigencia de Brito y algo de Alan Muñoz y Segovia se podría rescatar; pero lo cierto que en promedio, el plantel de Club Deportes reprobó el año.
Pero el deporte es presente y futuro. Lo que importa en la tienda serenense es replantearse y realizar la reingeniería para ser protagonistas el 2019.
Y, aunque no se diga, el ascenso de Coquimbo le exige un papel estelar de cara al desafío de la temporada venidera.
Marcoleta tiene la experiencia para armar equipos, configurar planteles.
El tema es cuál será la disposición de la administración?, querrán seguir con un proyecto de negocios más que deportivo?, les interesará traer jugadores que no van necesariamente con sus intereses de representación?, dispondrán de los recursos necesarios para contratar jugadores de jerarquía?… Son todas interrogantes que se deben resolver a la brevedad.
Discussion about this post