Las psicólogas del Instituto Chileno de Terapia Familiar (IChTF) explican que el apoyo familiar y contención es fundamental para que él o la adolescente afronte de mejor manera esta etapa.
Quedan pocos días para que los alumnos rindan la Prueba de Selección Universitaria (PSU) Este es un momento de alta tensión entre los jóvenes, por lo que es importante que el entorno familiar sea un aporte, donde manejar adecuadamente la ansiedad y frustración debe ser un aspecto importante a considerar en la conversación con ellos.
Es por esto que las psicólogas Claudia Sarrazín y Cristina Vera, quienes trabajan en la unidad de Terapia Familiar con niños y adolescentes del Instituto Chileno de Terapia Familiar (IChTF) entregan algunas recomendaciones, tanto para los alumnos como para sus familias, y que pueden resultar clave al momento de rendir la PSU.
- A esta altura del año los contenidos y la práctica de ejercicios ya debe estar consolidada. Es por eso que se recomienda que en estos días los/las jóvenes revisen los temas más débiles y hagan ensayos para practicar el modo de las preguntas. A los padres les recomendamos que sepan que lo que no se estudió hasta ahora es difícil de completar, por lo que deben bajar la presión que puedan tener frente a sus hijos.
- Pedirles que mantengan una rutina de estudio, pero sin llenar de estrés ni nuevos cursos, ya que es mejor ir aliviando la tensión en estos momentos.
- Conversar con los hijos (as) dejando en claro que en esta prueba no se juegan necesariamente su futuro, ya que siempre es posible estudiar nuevamente y darla otro año. Es fundamental darle el peso que realmente tiene.
- Acompañarlos más en este tiempo: algunos no quieren que los padres opinen, pero les viene bien sentirse acompañados y que su familia esté conectada con lo que están viviendo.
- Por sobre todo, hay que ejercer un rol de contención emocional, estar ahí para cuando se angustien, ayudarlos a relajarse, sacarlos a tomarse un café, ver una película, etc. Algo que los ayude a sentirse aliviados y contenidos.
- El día anterior es recomendable tomarse un día libre, hacer alguna actividad física (no muy intensa para que no se lesionen), jugar a algo en familia, descansar, comer algo rico que no sea muy pesado para que no se sientan molestos al día siguiente y hacer que el día sea agradable en general.
- Si se presentan cuadros de estrés más potentes, es recomendable consultar con un especialista, nunca automedicar y si les recetan fármacos, ojalá que comiencen a tomarlos días antes para probar los efectos en la persona. Nunca tomar un fármaco por primera vez el día de la prueba.
- Una vez realizada la prueba, si al joven no le va bien, es importante ayudarlos a pensar que “la vida no se acaba si nos fue mal en la PSU”. Los sueños no se terminan, ni se desvanece la idea de llevar a cabo nuestros proyectos.
Las psicólogas del IChTF señalan que los padres deberían ayudar a él o la joven a no dejarse llevar por las emociones intensas de ese momento (frustración, tristeza, rabia, entre otros) La sensación de frustración no es eterna y hay que reconocer que existen múltiples alternativas a futuro. Ojalá transmitirles que son valiosos(as) y queridos(as), aunque no hayan cumplido con las expectativas personales o del contexto. Se deben evitar comentarios poco constructivos.
Darle un espacio a estas emociones, acompañando y conteniendo, los ayudará a reflexionar y analizar la situación: evaluar el por qué el resultado no fue el esperado, de modo de poder hacerse cargo de la situación y buscar alternativas para conseguir nuevos objetivos y proyectos (disposición exploradora de opciones, venciendo la pasividad).
Existe un abanico de distintas posibilidades que pueden llegar a ser muy enriquecedoras, sostienen las profesionales.
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