En una fría jornada de Viernes Santo, numerosos feligreses se congregaron este 18 de abril en el Convento San Agustín de La Serena para dar comienzo al tradicional Vía Crucis por las calles céntricas de la capital regional. La actividad fue presidida por el Arzobispo René Rebolledo Salinas y contó con la participación de familias, jóvenes, adultos mayores y hermanos migrantes que rememoraron bajo profunda reflexión las 14 estaciones de la Pasión, Crucifixión y Muerte de Jesús, programa que finalizó con la adoración a la santa Cruz en el templo Catedral.
En este sentido, el Pastor Arquidiocesano manifestó que “son días santos, porque al centro está Cristo y los misterios centrales de su vida: pasión, muerte y resurrección. Sus discípulos, aún veintiún siglos después de los acontecimientos que señalaron su vida para siempre, los celebramos en comunidad porque también para nosotros han cambiado definitivamente nuestra existencia. ¡Sí, para siempre! Por ello, son los días más grandes en el camino y en la vivencia de la fe”.
Además, el Arzobispo expresó que “la motivación es, sin duda, el acompañamiento fiel a Cristo por el camino que lo lleva a la cruz. Él asocia a su pasión dolorosa a las hermanas y hermanos que por una u otra razón están sufriendo en sus hogares o en hospitales, clínicas, centros de reclusión, casas de acogida para adultos mayores, entre otros”, puntualizó.
Retiro en la Catedral
Por la mañana, la comunidad del templo Catedral participó del tradicional retiro de Viernes Santo. En esta oportunidad, la actividad estuvo dirigida por el Director de la Comunidad Salesiana de La Serena, P. Miguel Rojas, quien presentó dos temas: El Discurso de las Siete Palabras y La Negación de Pedro.
“En este día hemos reflexionado sobre las últimas palabras que dijo Jesús cuando estaba en la cruz. Es profundo, toca la vida y busca que cada una de las personas pueda comprender esta invitación que el Señor nos hace en sus últimos momentos de vida terrenal, el llamado a la conversión. Nos convoca a mirarlo a Él, que entrega su vida por amor para nuestra salvación. En un día como este, nos revisamos en nuestro interior para atrevernos a pedir perdón por nuestras faltas y pecados de corazón, con verdad y pureza”, puntualizó.
De la misma manera, el sacerdote comentó sobre como los católicos estamos llamados a vivir este tiempo de reflexión. “Estos días estamos llamados a vivir la Pasión, la Muerte y la Resurrección. Es aquí donde vemos la fidelidad del Señor hacia nosotros, que a pesar de que Pedro lo niega tres veces, como muchas veces lo hacemos, Él siempre fue fiel. Esto anima a darnos cuenta que la muerte y el pecado no han vencido, sino que ha triunfado la vida y el Señor por todos nosotros”.
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