Hace ya varios años, diversas comunidades de la Arquidiócesis de La Serena han arraigado la costumbre de celebrar la Fiesta de Cuasimodo, festividad que tiene lugar el segundo Domingo de Pascua y que consiste en llevar la Sagrada Comunión escoltada por huasos montados a caballo, principalmente a personas que sufren enfermedades o se encuentran postrados y que no pudieron asistir a la Vigilia Pascual o a la Misa de Resurrección del Señor.
Una de las comunidades en la que se realizó fue en la capilla Inmaculada Concepción de Alfalfares, perteneciente a la parroquia El Sagrario – La Merced de La Serena, quienes por más de 20 años celebran esta tradición propia del valle central de Chile. En la ocasión, celebraron la Eucaristía, presidia por el Arzobispo René Rebolledo, para luego recorrer los sectores aledaños al templo, así como también el casco histórico de la capital regional. Patricio Ponce, quien participó de la actividad, sostuvo que “hemos tratado cada año de darle más impulso a esta hermosa celebración. Recorrimos más sectores en cada oportunidad, la gente nos espera felices y eso es lo que nosotros agradecemos. Los huasos también han dicho presente escoltando el Santísimo Sacramento, dando vida así a esta tradición que vienen de la época de la colonia”, puntualizó.
En tanto, en el Santuario Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, posterior a la santa Misa de las 11:00 horas, numerosos integrantes pertenecientes al Club de Huasos de la comuna minera recorrieron diversos sectores custodiando el sagrado Cuerpo del Señor para ser entregado a quienes se encuentran delicados de salud. El P. Adam Bartyzol, Rector del Santuario, manifestó que “las raíces de esta tradición son muy profundas en otras partes de Chile. Sin embargo, la experiencia ha sido positiva con la aceptación favorable de la comunidad. El toque folclórico chileno lo han dado nuestros huasos, que una vez más han dicho presente”.
Finalmente, en el pueblo histórico de Guayacán, en la comuna de Coquimbo, los feligreses que se vieron imposibilitados de participar de la Misa de Gloria por motivos de salud, recibieron la visita del P. Juan Rivera, sacerdote que atiende pastoralmente el sector, y que acompañado de huasos montados a caballo, les llevó la Sagrada Comunión. En la oportunidad, el presbítero manifestó que “con gran alegría continuamos celebrando la Resurrección del Señor. Y para que esta Buena Nueva llegue a todos los hogares, se realizada cada año esta hermosa costumbre de llevar la comunión a enfermos y postrados. Nos han recibido con gran gozo y con agradecimientos por llevarles al Señor hasta sus hogares”.
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