Hoy en día, cuando falta menos de un mes para que se de el Eclipse Total de Sol y la Región de Coquimbo se está preparando en gran parte para recibir a un alto número de turistas y de científicos que vienen a estudiar este fenómeno natural. Ante el inminente arribo de miles de estudiosos del Eclipse que se dará en la Región, surge la incógnita acerca del aporte científico que posee un evento como tal.
Esta importancia la corrobora el profesor del Instituto de Física de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y Dr. en Astrofísica, Nicolás Tejos, que manifestó que esta es una oportunidad imperdible dado que en los próximos 29 años solo se podrá ver 3 veces en todo nuestro país. Señalando al respecto que “después del eclipse del 2 de julio, el próximo eclipse total de sol ocurrirá el 14 de diciembre del 2020 en la región de la Araucanía. Luego de esto, y sin contar los eclipses anulares, el próximo eclipse Total de Sol ocurrirá tendrá lugar el 5 de diciembre del 2048 en la región de Aysén, esto es, 28 años después. Por lo mismo, recomiendo fuertemente a quienes tengan la oportunidad de viajar a las zonas de totalidad de los próximos eclipses lo hagan, pues es una experiencia única y poco común”.
Desde el principio de los tiempos, el Sol ha sido utilizado como objeto de observación y de estudio, por lo tanto, el Eclipse ha servido para ir descubriendo, conociendo y aprendiendo nuevas cosas con respecto a esta estrella luminosa. Por ejemplo, hace más de 2000 años, Aristarco Samos, determinó los tamaños y distancias relativas de la Luna y el Sol en relación al radio de la Tierra.
En ese sentido, Nicolás Tejos indicó que a partir de las observaciones que se han realizado a los diversos Eclipses, se han podido establecer hechos importantes del sistema Tierra-Sol-Luna, por lo tanto que han contribuido a un mejor entendimiento del Sistema Solar. Incluso, uno de los estudios que se realizó durante un Eclipse, fue el que permitió corroborar una predicción de la Teoría General de la Relatividad de Einstein que predice que un objeto masivo como el Sol, debe necesariamente deformar las trayectorias de rayos de luz que pasen cerca de él. Al respecto Nicolás Tejos mencionó que: “justamente en 2019 conmemoramos los 100 años del experimento que lideró el famoso astrofísico Arthur Eddington en 1919, quién decidió poner a prueba la teoría de Einstein observando la posición de estrellas cercanas (en proyección) al Sol en un eclipse Total. Sin el eclipse, sería imposible observar estrellas cercanas al sol, puesto que el brillo de éste y el brillo del cielo opacan completamente la luz de las estrellas. Sin embargo, en un eclipse total de Sol, sería posible observar la posición aparente de estrellas cercanas (en proyección) al Sol. El experimento fue un éxito, y se pudieron observar estrellas cerca del disco solar, cuyo desplazamiento aparente coincidía muy bien con la predicción hecha por Einstein”.
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