La falta de precipitaciones que está afectando la región deja estragos en los crianceros y pequeños agricultores, principalmente en la provincia de Limarí. Esta situación no va a mejorar en los próximos meses, de acuerdo a Cristóbal Juliá.
La situación es crítica, “no por uno o dos años lluviosos debemos olvidarnos de la sequía, pasamos por un proceso de desertificación, estamos en un promedio de 20 milímetros al año de agua caída, tenemos que adaptarnos”.
El profesional indicó que “estamos en pleno invierno, queda el mes de agosto, estadísticamente los meses más lluviosos son julio y agosto, por lo tanto algo debería caer”.
Sin embargo en los próximos 7 días no se esperan lluvias, “por ahora no se ven sistema frontales que puedan traer precipitaciones a la Región de Coquimbo, el escenario es bastante oscuro”.
Juliá explicó que “aunque precipite durante este año, el déficit hídrico va a ser el mismo, es una mala temporada (…) no hemos sido capaces de ser eficientes con el recurso de agua”.
“Hay datos duros, el mundo está viviendo el cambio climático y no estamos ajenos a eso, es muy probable que tengamos un verano mas caluroso de lo normal, con temperaturas históricas pero es pronto para decirlo”.
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