Carlos Rojas, de 34 años, trabaja como guardia de seguridad, el pasado martes 26 de noviembre se encontraba realizando sus labores en el Hotel Costa Real cuando fue saqueado e incendiado.
Según relató a Mi Radio, ese día una turba se puso fuera del recinto y empezaron a golpear los vidrios con piedras y otros les daban patadas. Los trabajadores utilizaron extintores para evitar que ingresaran, pero finalmente rompieron la puerta y entraron al hotel.
Recordó que sujetos le tiraban piedras en la cabeza, algunos con honda y ya comenzó a perder la noción del tiempo y de lo que ocurría, “sentí que era a matar”.
Dijo que intentaron resguardar al personal y a los pasajeros que estaban, en ese momento le llegó una piedra de gran tamaño en la nuca y después de eso, él no se acuerda.
“Después desperté en la clínica, cuando me estaban sacando un tubo de la boca, porque había despertado del coma inducido y me cuentan ‘Carlos, ya han pasado 4 días'”.
Estuvo 4 días en coma inducido, después de los golpes recibidos le dieron 11 ataques de epilepsia reiterados, dejando con varias secuelas. “Yo tengo una epilepsia por un golpe en la cabeza cuando estudiaba, pero yo tenía mi vida normal, volví a trabajar y podía desempeñarme en muchas cosas (…) yo creo que la saqué muy feo pero creo que Dios me dio una segunda oportunidad”.
Carlos agregó que “quedé con mucho miedo, tengo miedo por mi familia (…) esto agota mucho en tratar de decir cómo pudo pasar tal cosa, el hotel no les afectaba a ellos en nada, para mi fue un acto vandálico”.
Además, tuvo problemas con la ACHS porque no reconoce lo que le ocurrió como accidente laboral y él necesita apoyo de psicólogo, psiquiatra y neurólogo. Por este motivo, el Seremi de Salud, Alejandro García, en contacto con Mi Radio se comprometió en realizar las gestiones para que la ACHS lo tome como accidente laboral y avanzar en conseguir a los especialistas de forma rápida.
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