Hace meses atrás, la Intendenta de la Región de Coquimbo dio a conocer que sufría de cáncer, por lo que tuvo que someterse a un tratamiento.
Su diagnóstico fue cáncer de ovario en fase uno, por lo que se sometió a una operación para retirar el tumor y las posteriores quimioterapias.
Sobre esta situación entregó detalles a Diario El Día, comentando cómo fue este proceso en medio de su cargo como máxima autoridad regional.
“Me sometí a cuatro sesiones de quimioterapia, las cuales, gracias a Dios, terminé hace ya tres semanas (…) finalmente lo que correspondía era hacerme un scanner y ver si había algún tipo de masa, líquido o algo pero no había nada. Lo que significa que ya puedo decir que estoy sana, ahora tengo que hacer el seguimiento normal que se hace en cada uno de estos casos”, indicó Pinto.
El tratamiento lo realizó en Santiago, ya que en la región solo se hacen quimioterapia a los pacientes del hospital, por medio de Fonasa, no de forma privada.
“Es un cambio absoluto y radical porque el enfermo no solo se siente tremendamente vulnerable sino que la familia tiene que estar allí apoyándolo. Es una enfermedad también en la que el tratamiento es tremendamente agresivo, entonces, se necesitan cuidados. Debo decir que yo soy tremendamente agradecida de Dios porque como te digo; de alguna manera haber descubierto esto en la primera fase fue relativamente más simple”, agregó.
Por otra parte, sobre vivir su enfermedad en medio de la crisis social y la decisión de seguir en su cargo, la Intendenta manifestó que “todo este proceso fue en medio del eclipse, la sequía, de la explosión social. La verdad es que tuve una buena reacción en general. Lo primero que uno le pregunta al doctor es: ‘¿Cómo me voy a sentir’? ‘¿Tengo que dejar o no de hacer esto’? Entonces, él me dijo que después de la quimioterapia no hay nada que sea invalidante, se puede hacer todo de acuerdo a las fuerzas que uno tenga”.
Y el desarrollo de su actividad diaria como intendenta en medio de las manifestaciones y los problemas sociales lo vio como parte del tratamiento, señaló a El Día que “me vi más afectada en las últimas quimioterapias pero la verdad es que, a veces, la mayor actividad también es un remedio para que te ayude a salir, porque uno no está preocupada de qué es lo que te duele, si te creció el pelo o sea de todas esas cosas que uno siente. De alguna manera, yo lo veía como parte del tratamiento, de no estar en mi casa pensando sino que tener la cabeza ocupada y estar activa tratando de ayudar en lo que más pudiera por lo que estamos pasando”.
Finalmente dijo que hay muchas soluciones que entregar a las familias que sufren esta enfermedad, uno de ellos es el centro oncológico y la necesidad de formar profesionales para la atención de pacientes con cáncer.
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