El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad presidido por la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, aprobó este viernes la declaración del humedal La Boca, ubicado en la localidad de Los Choros como Santuario de la Naturaleza, el área protegida abarca dunas, paleodunas, conchales y borde costero rocoso, que forman el primer ecosistema costero de la red de humedales del centro sur de Chile.
Al respecto, la Seremi del Medio Ambiente de la región de Coquimbo, Claudia Rivera, declaró “la aprobación en el Consejo de Ministros es un primer paso concreto para proteger este ecosistema, que además de su importancia para la biodiversidad y la ciencia, constituye un lugar de contemplación de la naturaleza, impactando positivamente en la calidad de vida de las personas”.
Por medio de una licitación se elaboró un expediente, cuyo objetivo fue sistematizar la información de la biodiversidad y servicios ecosistémicos del lugar, con la finalidad de elaborar un informe técnico del área para ser postulado como Santuario de la Naturaleza. Este trabajo, iniciado el año 2019, fue adjudicado a Ecoterra ONG, quienes levantaron en terreno información biofísica, sociocultural, generando una propuesta de polígono de protección y un proceso de consulta a comuneros y actores locales clave.
El humedal La Boca de la comuna de La Higuera es una propuesta basada en el Plan Nacional de Protección de Humedales 2018 – 2022, cuyo objetivo principal es “proteger la biodiversidad de humedales a nivel nacional, asociándolos a una categoría de área protegida que garantice su conservación y gestión a largo plazo”, que ya lleva más de 231 mil hectáreas protegidas, según cifras del Ministerio del Medio Ambiente.
Este ecosistema se emplaza dentro del desierto costero de Los Choros con presencia de alto endemismo de flora y fauna, está inserta en una zona de transición florística y presenta diferentes ambientes o ecotopos
(humedal, dunas, playas, paleodunas, matorral) de gran importancia ecológica.
Se encuentra en un lugar de gran importancia para la conservación, dada la confluencia de diferentes factores biofísicos climáticos y oceanográficos, como la influencia de neblina, surgencias costeras y otros procesos que nacen de esta. Es una zona costera socioculturalmente importante para la extracción de recursos marinos comerciales, con presencia de conchales y paleodunas con alto valor arqueológico prehispánico.
Posee un patrimonio natural y cultural relevante, como la presencia de conchales de pueblos precolombinos (puntas de flecha) y sitios arqueológicos en el sector.
Dentro de las especies que podemos destacar está el Roedor Endémico de las Dunas (Eligmodontia dunaris), el Palo Negro (Heliotropium stenophyllum), el Churqui (Oxalis gigantea), el Zarapito de pico recto (Limosa haemastica), el Piquero (Sula variegata) y además es el límite norte de la distribución del Lucumillo (Myrcianthes coquimbensis) especie endémica, es decir, única en el mundo, que está en peligro de extinción y que se puede encontrar sólo en algunas áreas costeras de las comunas de Coquimbo, La Serena y La Higuera.
Respecto a los servicios ecosistémicos o beneficios que el humedal otorga a la comunidad y al medio ambiente, está el provisionamiento de agua superficial durante todo el año, regulación de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), zona de descanso de aves migratorias, hábitat de aves residentes y constituye un refugio ante sequías prolongadas y eventos naturales extremos.
También aporta belleza escénica, otorga un valor turístico y recreacional, generando un sentido de pertenencia cultural por parte de los comuneros que viven en ese territorio.
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