Las tortugas marinas son uno de los símbolos más reconocidos de la lucha contra la contaminación marina y por la conservación. En esa línea, un nuevo proyecto sentará las bases para que instituciones -gubernamentales y no gubernamentales- de siete países de la costa sur del Pacífico Este, colaboren juntos buscando soluciones para este problema transversal para los países y las especies que habitan en sus costas.
Se trata del proyecto “Ciencia ciudadana latinoamericana para investigar la basura marina y mejorar la conservación de las tortugas marinas”, liderado por el programa de ciencia ciudadana chileno ‘Científicos de la Basura’, gracias a la adjudicación del fondo de la fundación japonesa Keidanren Nature Conservation Fund.
Manuel Díaz, Biólogo Marino de la Universidad Católica del Norte (UCN) y coordinador del proyecto explica que el proyecto permitirá que Guatemala, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Chile se unan en torno a una problemática ambiental, a través de guardaparques, funcionarios públicos, escolares y voluntarios. “Este proyecto es único. No hay información de que algo así se haya realizado en algún lugar del mundo. Los países podrán por primera vez compartir experiencias, ideas, acciones y estrategias ante el problema de la basura sobre sus playas”, explica.
Nelson Vásquez Farreaut, cofundador de Científicos de la Basura, biólogo marino y académico de la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN, afirma que “esta es una oportunidad de generar una red colaborativa que busque disminuir el problema que la basura genera a la biodiversidad marina. Sentar las bases para que las administraciones de las reservas de los países se unan y trabajen juntas es fundamental para la conservación, no solo de las tortugas marinas sino de la biodiversidad en su conjunto pues para estas los territorios no se limitan por fronteras políticas. Este es uno de los mayores desafíos de nuestro proyecto”.
Tortugas marinas en las costas del Pacífico
Rocío Álvarez, veterinaria y experta en tortugas marinas, -creó y dirige la ONG Qarapara, Tortugas Marinas Chile-, explica que en los países en que se ejecutará el proyecto, habitan cinco de las siete especies que existen en el mundo: Laúd (Dermochelys coriacea), Verde (Chelonia Mydas), Carey (Eretmochelys imbricata), olivácea (Lepdochelys olivacea) y la Cabezona o Boba (Caretta caretta), todas están catalogadas en peligro crítico, de extinción o vulnerables.
Según Álvarez, estas se ven afectadas por la ingestión de basura y por la interacción con algunos elementos abandonados en el océano, como aparejos de pesca. Incluso, la experta señala que “hay estudios que sugieren que los microplásticos podrían incrementar la temperatura de las playas de anidación, pues este factor afecta la proporción de sexos de una nidada. Si la temperatura es más alta, nace una mayor cantidad de hembras”.
Trabajo colaborativo e interdisciplinario
Son 13 las instituciones asociadas de las cuales saldrán profesionales y actores relevantes que participarán en las actividades del proyecto. Se trata de ONGs y servicios públicos relacionados al medio ambiente, así como a la administración de áreas clave para las tortugas marinas.
En la primera fase, se ejecutarán talleres teóricos, en los cuales se contará con profesionales expertos en basura y tortugas marinas. En la segunda fase, se hará una investigación colaborativa con escolares y/o voluntarios reclutados en la fase anterior para recolectar información sobre la basura presente en las playas.
La tercera fase terminará en marzo del 2022 con la implementación y evaluación de una propuesta de mitigación y/o prevención. Cabe señalar que durante el proyecto no se manipulan tortugas ni sitios de anidación, sino que se concentrará en las acciones para evitar que la basura llegue a las tortugas.
Elvira Badilla Poblete, Vicerrectora de Sede de la UCN Coquimbo, destacó que “la adjudicación de este fondo de carácter internacional, sin duda colabora al proceso de internacionalización de la Universidad Católica de Norte y de su Facultad de Ciencias de Mar. Es relevante, además, pues se enmarca en el ámbito de uno de los valores institucionales declarado en nuestro Plan de Desarrollo Estratégico 2020-2024, cual es el compromiso social y ambiental que implica construir un futuro sostenible, considerar la protección del medio ambiente dentro de los contextos humanos, sociales y culturales y de manera integrada al proceso de desarrollo”.
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