Durante los últimos meses, la Atención Primaria de Salud (APS) ha reorganizado a su personal para poder continuar con las consultas médicas y, además, realizar todas aquellas actividades que permiten detener el avance del Covid-19 y evitar que aumente el número de hospitalizados.
Han realizado un incesante y riguroso trabajo, que va desde los testeos para identificar nuevos casos asintomáticos, hasta las atenciones médicas a domicilio a personas confirmadas, el plan de vacunación y las urgencias tanto respiratorias como por otras patologías.
Juan Jiménez, médico delegado de epidemiología de APS de La Serena, comenta que, para absorber la demanda que se estaba generando producto del alza de los casos, tuvieron que reconvertir funciones y contratar a personal de apoyo.
“Durante las primeras semanas realizábamos un esfuerzo sobrehumano porque debíamos estar 24-7 para responder a cada uno de los requerimientos. La Unidad Epidemiología estaba compuesta sólo por 4 personas, sin embargo, hoy somos cerca de 150 funcionarios los que realizamos todo lo relacionado con el Covid”, señala.
El doctor Jiménez, explica que pese a este aumento en el recurso humano algunos funcionarios han tenido que dividir sus jornadas para realizar turnos en epidemiología y en las consultas de morbilidad, y así dar respuesta a la agenda de atenciones médicas programadas con anticipación para pacientes crónicos y priorizados.
“Existe cansancio, pero la producción sigue igual, el compromiso es el mismo y la energía para atender a nuestros pacientes es la misma. Por ello valoro lo que han realizado todos los funcionarios que están involucrados en este proceso”, señaló el delegado de epidemiología de la Atención Primaria de La Serena.
Para el doctor Rafael Alaniz, subdirector (S) de APS del Servicio de Salud Coquimbo, el rol que han desempeñado los equipos de trabajo ha sido importantísimo en esta lucha contra la pandemia del Covid. “Han tenido que realizar múltiples tareas, reconvirtiendo sus funciones y priorizando atenciones clínicas hacia pacientes de mayor riesgo. Incluso, han reforzado las urgencias en los momentos que la red ha estado más crítica, atendiendo a pacientes de mayor complejidad en sus dispositivos de urgencias y ampliando los horarios de atención”.
Estabilización de pacientes ventilados
Durante los últimos meses y debido al alza en las consultas, en el SAR Marcos Macuada de Ovalle fue necesaria la contratación de dos nuevos médicos, para responder tanto al nuevo flujo de consultas como a la complejidad de los pacientes.
María Bethanía González, médico coordinadora del SAR, comenta que durante los primeros meses de la pandemia el flujo de atención en el centro de urgencia era muy rápido y ágil, esporádicamente se atendían casos críticos. “El SAMU nos ha traído pacientes con cuadros respiratorios complejos, producto del Covid. Estamos realizando los primeros manejos, lo que nos permite estabilizarlos para luego derivarlos al hospital, donde continuarán con los tratamientos de acuerdo a su gravedad”, explica González.
La complejidad de los pacientes generó que los funcionarios del SAR se capacitaran en el Hospital de Ovalle sobre la atención, estabilización y tratamiento de los pacientes ventilados. “Sólo hemos realizado intubaciones de urgencia, porque cuando un paciente viene con problemas respiratorios los estabilizamos con oxígeno al máximo, mientras el hospital nos avisa de que está habilitada la cama”.
María Bethanía reconoce que han sido meses agotadores, donde hay días que más de 100 personas consultan en el SAR. “Es que no solo aumentan las consultas, sino que también la complejidad de los pacientes, pero tratamos de darnos ánimo entre todos”.
Discussion about this post