Este sábado 4 de septiembre los relojes se adelantarán una hora permitiendo que se oscurezca más tarde, pero también, generando ciertas modificaciones para el organismo.
A la medianoche, cuando marquen las 00:00 horas, gran parte del país cambiará su huso horario a UTC-3, es decir, se adelantará la hora a la 01:00 de la madrugada del día domingo 5 de septiembre.
El Dr. Fernando Molt, médico neurólogo y especialista en trastornos del sueño del Hospital San Pablo de Coquimbo, argumenta que esta variación horaria es totalmente artificial, pues “biológicamente no existe un horario de verano y uno de invierno, es algo que se inventó en los años 60 por la matriz energética”.
Por tal razón, el experto indica que “vamos a tener un periodo de adaptación de 4 a 5 días para lograr regularnos nuevamente y, durante este tiempo, en algunas personas puede existir irritabilidad, mucho sueño durante el día, alteraciones de la concentración, inclusive, trastornos afectivos en la parte anímica o ansiedad”.
Es así que, bajo este escenario los más afectados serán los niños y niñas en edad preescolar, escolar y los adultos mayores. Grupos etarios que tienen sus ciclos del sueño bien marcados, como también, aquellos que ya presentan previamente un trastorno del sueño, explica Molt.
Recomendaciones antes del cambio
A pocos días que ocurra esta modificación horaria, el neurólogo hace hincapié en una serie de medidas que pueden ayudar a sobrellevar este periodo de manera saludable, tales como:
- Dos días previos al cambio, acostarse y levantarse entre 15 a 30 minutos antes del horario habitual.
- Evitar la luminosidad, estimulantes nocturnos y quedarse despierto hasta muy tarde.
- No automedicarse.
- Restringir los alimentos que sean energéticos, con mucha azúcar como el chocolate, la cafeína y teína.
Para el caso de los niños y jóvenes, quienes se encuentran en una modalidad híbrida de educación, “la recomendación para los padres es que este fin de semana sean lo más ordenados posible, tratando que no se vayan a acostar muy tarde y evitando la luminosidad de las pantallas durante la noche” concluye el especialista del Hospital San Pablo de Coquimbo.
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