La pérdida de un espacio cultural típico en la comuna de La Serena nuevamente vuelve a la palestra, se trata del Cine Centenario, que fue arrendado a una empresa para futuros locales comerciales.
El inmueble le pertenece al Arzobispado de La Serena, era utilizado como cine y para festivales cinematográficos, sin embargo por no ser rentable y debido a los arreglos que se tenían que hacer al espacio, lo arrendaron a una empresa.
Algo que molesta a las organizaciones culturales, quienes ven como se pierde otro espacio histórico en el área en la capital regional. Héctor Álvarez, secretario regional de Sidarte, señaló que “es lamentable porque vamos perdiendo espacios para la cultura y el arte, no es primera vez que sucede en la comuna de La Serena, han ocurrido como fue la perdida del teatro nacional en su tiempo, estamos en deuda con el teatro regional (…) vemos que no hay voluntad política para proteger el patrimonio cultural”.
“Si bien desde mucho tiempo hemos visibilizado la importancia de la creación del arte, paralelamente hay autoridades que no se hacen cargo de estas demandas (…) se hicieron las gestiones para que fuera nombrado patrimonio histórico y no fue suficiente”, dijo.
Álvarez agregó que “el arzobispado estaba dispuesto a conversar con todos quienes tuvieran el dinero para hacer la compra pero es demasiado caro, sino hay desde el municipio o del gobierno regional u otras instituciones pertinentes para levantar gestión y recursos para poder hacer una compra necesaria o al menos arrendar por un periodo de tiempo, es imposible, porque es competir con empresas que tienen los recursos”.
El secretario regional de Sidarte criticó la falta de voluntad, “a mi me parece que no existe un ente articulador que permita proteger estos espacios culturales, porque siempre va a ocurrir así”.
Desde el Arzobispado de La Serena, a través de una declaración escrita, informaron sobre el estado actual del Cine Centenario, afirmando que “Después de realizar dos licitaciones públicas el 2019, se firmó contrato de arriendo con una empresa de la zona, “Inversiones Alta Cruz Ltda.”, por 20 años, válido desde el 2 de marzo de 2020, fecha en que fue entregado el inmueble al arrendatario, quien desde entonces está a cargo de las reparaciones, trabajos y uso del inmueble”.
“Según el Contrato de Arriendo y las respectivas cláusulas, la utilización del inmueble puede ser para oficinas en general, reparticiones de estado -si fuere el caso- locales comerciales u otros similares. La recuperación del inmueble y conservación, es competencia del arrendatario por los próximos 20 años”.
Agregan que “Sin duda, era un espacio que contribuía en el desarrollo cultural, pero para la administración era tremendamente difícil sostener los gastos que implica un edificio de esta naturaleza, sobre todo en mantención y reparación, como también en los gastos habituales (contribuciones, servicios básicos, entre otros). Respecto de volver a que sea un espacio “cultural”, si hay instituciones que se interesen por el particular y que estén dispuestas a financiar los requerimientos: pago de contribuciones, mantención del edificio, servicios básicos, obviamente que se puede pensar en darle esa finalidad”.
Foto Diario El Día
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