Decenas de pacientes llenaron el frontis del Hospital de La Serena. Algunos por hora médica, otros por urgencias y algunos para recibir medicamentos. Los presentes manifestaron sus quejas por las largas filas, las cuales en primera instancia se le atribuyeron a la rotura de una cañería al interior del recinto. En definitiva, fue una inundación en la Sala de Espera según confirmarían desde el propio Hospital, en contacto con Mi Radio LS.
La molestia de los presentes correspondía a que no se manejaba mucha información al respecto y había poca actualización de la misma. Ademas, las personas que esperaban reconocieron que en 2 o 3 ocasiones salieron trabajadores a explicar el contexto del asunto y a dar breves detalles, los que no podían ser escuchados por las personas ubicadas en la parte posterior de la fila, lo que generaba que se acercaran al ingreso y se elaboraban estos grandes tumultos de personas que claramente no respetaban el distanciamiento social.
“Yo llegué a las 6:30 porque tenía hora las 7:30 ( eran las 8:40 en ese momento) de electro con el otorrino. Estamos aquí esperando porque se rompieron las cañerías pero ya llevamos 2 horas esperando. Eran exámenes pre operatorios para una operación de cataratas que llevo esperando desde el 2018. La gente de atrás no escucha y se acerca, así no se puede ordenar”.
Los trabajadores del Hospital le dieron prioridad a los pacientes oncológicos y poco a poco fueron organizando mejor la espera de los pacientes, muchos de ellos de la tercera edad con problemas de movilidad.
“Horrible la atención. Horrible. Imagínese estar toda la mañana esperando aquí, haciendo fila, hay gente que esta pidiendo asiento porque están con problemas de las caderas” señaló una mujer que llegó desde el sector rural, de el pueblo El Romero, que esperaba desde las 6:30 am un examen de sangre para su hija de 10 años.
Olivia Diaz, enfermera supervisora de Consultorio del Hospital de La Serena, dio mas detalles de la situación en vivo para “Buen Dia Mi Región”.
“Fue una inundación que afectó principalmente a las salas de espera y a algunas áreas del policlínico, y asociada al no cierre de una llave de paso. Afortunadamente se logró subsanar rápidamente y a las 8:30 ya estábamos abriendo las puertas del policlínico como comenzar a atender a los pacientes. No suspendimos ninguna atención. Como la agenda es bien escalonada, cualquier atraso genera aglomeración”.
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