El 24 de marzo del 2016, se postuló por primera vez ante el Seremi de Desarrollo Social de la región de Coquimbo el proyecto “mejoramiento cancha y dependencias del complejo deportivo Monjitas oriente”, un club de fútbol formativo con sede en Las Compañías, en el Parque Espejo de Sol, que al día de hoy recibe aproximadamente 120 niños y jóvenes en sus diferentes categorías.
En aquel momento, con un costo de 360 millones de pesos, el proyecto recibió una serie de observaciones principalmente solicitando mayor información y detalle en algunas áreas, como muchas gestiones de agrupaciones que no están acostumbradas a dichas instancias.
El sueño, de que su cancha abandonada se convirtiera en un recinto digno del que puedan estar orgullosos, parecía estar más cerca cuando en el 2018 comenzaron las conversaciones con una recién asumida Lucia Pinto, quien por ese entonces se convertía en Intendenta regional.
Bajo el mandato de la intendenta Lucía Pinto, se elevó el presupuesto y la dimensión del proyecto, dejándolo en 768 millones de pesos.
Aquel día se presentaron incluso los planos. De aquella emoción quedan solo las fotos, archivos mudos de una decepción.
Aprobado por el consejo municipal el 29 de mayo del 2019, desde ese momento comenzó un sentimiento de incertidumbre, cuando en las posteriores licitaciones primero se eligió una empresa que excedía el monto acordado y en la segunda se escogió a una empresa que no contaba con la experiencia necesaria para adjudicársela.
“No me explico tantas trabas porque los dineros supuestamente están, nos dijo la Intendenta en su momento.Y ahora no sé si quieren perder esos recursos o ocuparlo en otra cosa. Seguramente porque somos de las compañías no somos dignos de esta inversión. Queremos darle a este sector la cual somos más de 140 mil habitantes, más dignidad” señaló Claudio Meza, presidente del Club Deportivo Social y cultural Monjitas Oriente.
El 15 de junio del 2021, fueron recibidos por el Delegado Presidencial Regional Pablo Hermann, con quien continuaron las gestiones antes de encontrarse con un obstáculo que desordenaría todo.
Las nuevas molestias comenzaron cuando la analista con la que venían trabajando, Tatiana Rentería, pidió licencia médica. El proyecto se derivó entonces a Marcela Pérez, quien el 25 de agosto de este 2021, realizó observaciones que planteo otra serie de dudas, sobre todo considerando que en su informe ella señala que “el complejo tiene 4 canchas de las cuales 3 están en funcionamiento”, seguramente confundiéndolas con el resto de canchas de fútbol que se encuentran repartidas por el lugar, pero que no tienen que ver con el proyecto de Monjitas Oriente.
Así mismo, llamó la atención la petición de evaluar externalidades negativas como la radiación, algo que según reconocen desde el club nunca habían solicitado.
“¿Que autoridad se hace responsable de estas personas que han hecho mal su pega, perjudicando a un club deportivo que es de las compañías?” se pregunta Meza.
A la espera de la materialización de la cancha digna, el Club Monjita Oriente ha continuado con su trabajo. En media de las precarias condiciones, deben hacer uso de la cancha de junto, para la cual deben ajustarse a los horarios disponibles, limitando su posibilidad de mayor trabajo.
Un humilde club le ha permitido a niños soñar lo que antes era imposible: una vida a través del fútbol. Si bien son conscientes de que no todos pueden llegar, Monjitas Oriente ha sabido aportar talentos tanto a las inferiores de CDLS y Coquimbo Unido, e incluso al fútbol profesional.
El lateral granate de cadetes
Lucas Henríquez hoy puede jugar en una buena cancha. Tiene 16 años y forma parte de las cadetes de Club Deportes La Serena, donde juego como lateral derecho. Aún vive en el barrio, arriba del Parque “Espejo del Sol”, abajo de los bomberos. Un día peloteando con su padre y su hermano, vio como el Monjitas Oriente llegaba a entrenar. Fue el 2013. Al día de hoy, siempre va cuando puede. Para él, el apoyo del club va mucho más allá que las enseñanzas del futbol.
“Ayuda a sacarlos del camino de la delincuencia y la droga, que esta presente en Las Compañías. El futbol crea una distracción, los profes siempre nos apoyan en ese sentido, si te ven bajoneado por problemas en la casa y todo. Vi niños que tenían un temperamento violento por decirlo así o poco autocontrol, y los profes les hablan, trabajan eso, para ser primero buenas personas antes que todo”.
Henriquez llegó a la sub-14 de CDLS cuando ésta se estaba conformando y sigue allí hasta la fecha. Las palabras justas y consejos sabios que recibió en Monjitas Oriente fueron fundamentales para lograrlo, sobre todo tras un primer rechazo.
“La primera prueba de cadetes sub-13 en La Serena no quede, estaba frustrado y en monjita me apoyaron, me ayudaron a mejorar y a intentarlo otra vez, que fue cuando quede en la sub 14 donde sigo hoy. Recuerdo al profe Miguel Moreno, tenía una voluntad tremenda al igual que los otros, nos llevaba a los partidos en su auto era una gran persona, él me aconsejaba siempre que teníamos un tiempo para hablar. Me enseñó a siempre dar lo mejor y a sonreír. Su hijo tenía cáncer y aun así iba a entrenarnos poniéndonos buena cara y siempre con alegría. Lamentablemente él falleció de cáncer al igual que su hijo y eso nos unió aún más como club”
Los piratas de Monjitas Oriente
Tenía solo 5 o 6 años cuando Joaquín Alfaro llegó a Monjitas. Al igual que Henríquez, Alfaro estaba en el parque con su padre cuando lo llamaron para participar. Son 10 años los que ha pasado junto al club desde entonces.
“Salió un equipo muy competitivo en los campeonatos de la serie 2004-2005-2006 que el primer año que se estrenó la categoría 2006 salimos campeones de La Serena CUP, Santa Inés, Coquimbo Soccer Cup. Año tras año íbamos a estos campeonatos y sabíamos que éramos uno de los equipos más fuertes, con una buena barra y de verdad que se sentía muy bien ir a jugar por todo el cariño del equipo, por el apoyo de los padres y de la comunidad”.
Hoy, Alfaro es juega como central derecho en la sub-15 de Coquimbo. Hace dos años que llegó a las inferiores del cuadro pirata.
“Las enseñanzas que más rescato es el respeto y la humildad, eso se lleva para toda la vida ya sea en la casa o en cualquier situación. Una muy buena base, dándome la oportunidad de crecer como futbolista profesional, proyectándome a metas y esfuerzo, se venía arrancando desde pequeño por todo lo que me dio el Club Monjitas Oriente”.
Benjamín Cortez es otro chico que también paso por Monjitas Oriente y ahora forma parte de las inferiores de Coquimbo Unido. A diferencia de Alfaro, Cortez llegó al club en el 2018… en plena lucha por el proyecto de la cancha, algo que recuerda muy bien.
“Estuvimos a la espera de la reparación de la cancha pero nunca se concretó lo cual nos afectaba para los entrenamientos. Teníamos que esperar que otras academias terminaran de entrenar en la cancha de pasto sintético para recién ocuparla nosotros. Ojalá se lleve a cabo lo más pronto, para así poder ocuparla para los partidos y los entrenamientos”
Los chicos vuelven constantemente al club. Algunos a saludar, aunque muchos a practicar, sobre todo considerando los problemas que trajo la pandemia para el futbol joven. Son los lazos de un club de barrio, y aunque los problemas del sector vayan a seguir existiendo, la cancha representa otro sueño.
“Las oportunidades hay que aprovecharlas y sobre todo si tienes el apoyo de la familia, que te inspira a seguir y no perderte en el camino. Hay niños que tienen las ganas y las condiciones pero no el apoyo. Tal vez el sector y barrio siga igual pero la oportunidad para el club será mejor”.
El arquero de Colchagua, ex UC, que comenzó atajando en Monjitas Oriente
Alvaro Ogalde llegó a ser arquero del primer equipo de Universidad Católica en 2015, cuando lo subieron a los 18 años. Fue parte del plantel bicampeón del 2016 y estuvo hasta el primer semestre del 2018 con los cruzados. Antes de todo eso, era un chico que ni si quiera jugaba al arco por Monjitas Oriente.
“Si no me equivoco fue el tercer partido del campeonato en canchas de CORDEP. Jugaba de volante y había faltado el arquero y yo el día anterior había jugado con mis amigos en donde vivía por ende andaba cansado y típico pensamiento no si el arquero no se cansa, así que el profe pregunta en el camarín quien quería jugar al arco, dije que yo y bueno de ahí no salí más y fue el comienzo de lo que soy ahora”
Luego registró pasos por Deportes Limache, Lautaro de Buin y Provincial Ovalle, con quien peleó la liguilla de ascenso en 2019. Al año siguiente decidió firmar por Deportes Colchagua, equipo de la segunda división profesional en el que se encuentra ahora. Incluso en sus tiempos en los cruzados, Ogalde siempre se hizo el tiempo de volver a Club Monjitas Oriente, a contar su historia, una que sería mas fácil de repetir por los niños de las compañías con una cancha en mejores condiciones.
“Todos sabemos la realidad de ciertos sectores de las compañías y obviamente que teniendo una cancha con una gran infraestructura que es lo que se planea hacer incentiva más a los chicos y chicas a ir a las diversas actividades que se puedan realizar, también tratar de motivar no solo a los pequeños que obviamente serán los más beneficiados sino que a toda la comunidad. El poder tener algo lindo para realizar deporte, en este caso una cancha de fútbol que todos sabemos lo que genera en la gente, siempre te va a provocar una motivación en la comunidad” cerró el golero.
Uno de los entrenadores y presidente del club, Claudio Meza, confirmó que el nuevo delegado presidencial regional Ignacio Pinto, tomó contacto con él, para mostrarle su interés en concretar el proyecto, algo que el entrenador, cientos de niños y miles de personas en Las Compañías esperan se vuelva realidad.
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