El mundo de la televisión cambió por completo y los contenidos que se producen para las pantallas de hoy cuentan con una calidad excepcional. Este nuevo paradigma es modelado por las compañías que generan contenido audiovisual para plataformas de streaming, el cine e incluso del mundo gamer. Las expectativas en torno a un televisor capaz de acompañar ese tipo de calidad son altas.
Es por esto, que comprar un televisor no es una tarea sencilla, menos si buscamos no perder dinero o no terminar con una mala compra. Lo mejor es que nos tomemos el tiempo para hacer la correspondiente investigación al respecto y optimizar nuestra inversión.
El tipo de televisor a elegir va a depender de las prestaciones que necesitemos que el mismo cumpla. No es lo mismo comprar un televisor para el living del hogar que adquirir un televisor para la sala de conferencias de un edificio coworking. Entonces veamos qué necesitamos saber para realizar una compra exitosa.
Factores a analizar – Hardware
En principio, algo básico que debemos definir es si queremos que nuestro televisor sea un Smart TV o no. Aunque básicamente no nos conviene comprar un televisor que no sea inteligente dado que no tendríamos acceso a las principales plataformas de streaming o del contenido actual.
Luego debemos pensar en el tamaño. El mismo va a depender, en primer lugar, de las dimensiones del cuarto donde vayamos a colocarlo. Esto está muy relacionado con las distancias que vamos a poder tener respecto al televisor.
No veremos de la misma forma a medio metro de una pantalla que a 2 metros de la misma. Una regla práctica que podemos implementar es la de multiplicar la diagonal del televisor por 1,6 m. Si se tienen, por ejemplo, 2 metros de distancia respecto al televisor, necesitaremos comprar un equipo de 50’’, mientras que para 2,7 m estaríamos hablando de uno de 65’’.
Ahora bien, el tema del tamaño de la pantalla y las distancias a las que podemos situarnos respecto del televisor en función del espacio con el que contamos nos lleva a otro de los factores más importantes a analizar, la resolución.
En la actualidad no tiene mucho sentido la compra de resoluciones menores a 4K UHD, debido que la mayoría del contenido multimedia que consumimos está pensado para ser reproducido en dispositivos que tengan un estándar de calidad que permitan una experiencia única para el usuario.
Hablemos ahora de la tecnología de las pantallas. Entre las más renombradas y más comunes se encuentran las OLED y LED. Analicemos una por una para no enredarnos con tantas siglas raras.
Las pantallas OLED están formadas por pequeñas celdas que se iluminan a sí mismas. Dentro de sus ventajas es que tienen una gran capacidad para reproducir tonos negros con colores vivos y llamativos. Tienen además menor tiempo de respuesta y mayor ángulo de visualización.
Luego, las pantallas LED se caracterizan por requerir iluminación externa. Esto no es muy beneficioso, pero como contrapartida ofrecen una escala mayor de brillo, con colores menos saturados. Tienen mayor durabilidad y su precio es menor.
Independientemente de este repaso de tecnologías de pantallas, la opción a elegir tendrá que ver con una cuestión de gustos, debido a que son tecnologías vigentes que lejos están de quedar obsoletas. Cada una tiene lo suyo para ofrecer.
Hablemos un poco del software
Lo que debemos analizar aquí es, en primer lugar, el sistema operativo de nuestro Smart TV. Esto es clave ya que define cómo vamos a interactuar con las aplicaciones que ejecutemos en él. Los sistemas operativos más comunes en televisores inteligentes son Android TV y Google TV. Sin embargo, hay muchas marcas que cuentan con sistema operativo propio.
Hay varios puntos a analizar en este contexto. Uno de ellos es el catálogo de compatibilidad de aplicaciones. Muchos usuarios realizan compras de Smart TV y se dan cuenta en sus hogares de que el sistema operativo no soporta sus plataformas de streaming favoritas. Debemos evitar cometer este error.
Otro punto es la compatibilidad con Chromecast, debido a que es un sistema muy útil para enviar contenido desde el smartphone o desde la Tablet hacia el televisor. Aquellos smartphones con Android TV tienen soporte integrado para Chromecast, pero no es el caso de todos los sistemas operativos.
Por último, un factor determinante es el sistema de actualizaciones. Muchos sistemas operativos, al igual que en los smartphones, tienen un límite de actualización de software, con lo cual es muy factible quedarse en el tiempo con software desactualizado. Es importante revisar el modelo del sistema operativo para saber si está por quedar fuera del rango de actualizaciones o no.
Con toda esta información, tenemos más que suficiente para comprar un Smart TV sin gastar dinero de más o de forma inadecuada. Nos queda, para terminar, hablar sobre cuándo conviene más comprar estos dispositivos.
Último paso, la compra.
La mayoría de las ofertas se presentan cuando existen festividades como Navidad o Año Nuevo. Pero también existen eventos como el Black Friday o el Cyber Monday. Estos eventos conforman el escenario perfecto para comprar algo que supone este tipo de inversiones.
Comprar por internet durante estos eventos supone, en principio, ofertas fuera de lo común por parte de las principales tiendas y marcas de Chile. Por otro lado, ahorramos dinero y esfuerzo logístico debido a que el envío a domicilio suele estar bonificado.
Además, las tiendas ofrecen facilidades de financiación y la posibilidad de devolver nuestra compra de forma gratuita si no estamos conformes con el producto. Otro de los beneficios que suele ofrecer las grandes marcas es la bonificación de una ampliación de garantía. Con ello tendremos mayor tiempo de cobertura sin gastar más dinero.
Con estos tips y consejos tenemos todo lo que necesitamos para elegir un buen Smart TV y cuidar nuestro bolsillo. Sólo nos queda elegir una buena película o serie y disfrutarlo.
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