Desde hace más de un año, los Establecimientos de Larga Estadía de Adultos Mayores (ELAM) enfrentan una grave escasez de cuidadoras, situación que se agudizó el año pasado con la pandemia y que ahora complica a los hogares para seguir acogiendo a más personas mayores que lo necesiten.
“Más de un 95% de quienes cuidan a personas mayores en nuestros hogares son mujeres; muchas de ellos son además madres y dueñas de casa y, por tanto, se vieron afectadas con el cierre de establecimientos educacionales, jardines y salas de cuna, que se produjo en los períodos críticos de la pandemia”, explica la psicóloga laboral Marcela Ramírez, Jefa de Reclutamiento y Selección en Fundación Las Rosas.
“La falta de redes de apoyo familiares -agrega- impidió a las mujeres seguir trabajando, pues su prioridad era quedarse en casa, cuidando a sus hijos. A esto se suma las ayudas y bonos excepcionales del Estado, que permitieron estar en casa para disminuir la exposición a eventuales contagios”, dice la profesional.
Dada esta coyuntura y como medida de emergencia, los ELAM se vieron obligados a ingresar menos residentes de lo presupuestado, debido a la necesidad de contar con u número determinado de cuidadoras para atender a los residentes, según su condición física y mental. Actualmente, muchos ELAM mantienen vacantes, pero no pueden hacer nuevos ingresos hasta que cuenten con el número adecuado de cuidadoras que establece la normativa; en este caso, el Decreto 14 de Minsal.
Quienes quieran trabajar como cuidadoras y otros servicios de limpieza y cocina en los Hogares de Fundación Las Rosas, pueden enviar su CV al correo: reclutamiento@flrosas.cl. De esta forma, además de acceder a un trabajo formal, con turnos adaptados y respaldo laboral, pueden aportar al cuidado de las personas mayores más desvalidas del país, que necesitan ingresar a un hogar.
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