Los concejales de La Serena, Camilo Araya y Daniela Molina concurrieron a Contraloría para que se pronunciara sobre el subarrendamiento del ex Teatro Centenario, que es de propiedad del Arzobispado de La Serena y dado en arrendamiento a Inversiones Alta Cruz Limitada, además debido al actual estado de conservación del edificio supondría un gran gasto para arreglarlo.
Según señala el informe de Contraloría, emitido el 17 de marzo, como regla general, “las municipalidades carecen de facultades para ejecutar obras o efectuar inversiones, con cargo a sus presupuestos, en terrenos o bienes de particulares, ya que ello implicaría aplicar fondos municipales en beneficio
de intereses privados”, sin embargo existen ciertas excepciones como “pueden destinar recursos con tales objetivos, si ello es necesario para el cumplimiento de sus finalidades y se resguardan debidamente los intereses municipales comprometidos”.
Sin embargo, ninguna de estas se estaría cumpliendo, “no resulta posible para esta Entidad Fiscalizadora determinar con certeza si la celebración de un contrato como el que pretende suscribir el municipio resguardaría debidamente los intereses que supondría efectuar la inversión necesaria para la puesta en marcha del teatro, habida cuenta que, según los antecedentes tenidos a la vista, ni el propio municipio maneja la información relativa a la cuantía de la eventual inversión”.
Además agrega que “de conformidad con la cláusula cuarta del contrato de arriendo principal, celebrado entre el Arzobispado de La Serena e Inversiones Alta Cruz Limitada, esta última podría ponerle término unilateralmente y de manera anticipada al contrato, pagando al arrendador seis meses de arriendo. Asimismo, conforme lo estipulado en la cláusula décima de dicha convención, el arrendador podría desahuciar el contrato si el arrendatario no pagase oportunamente el arriendo, o al menos dos períodos dentro de un año. Por otra parte, tampoco puede soslayarse que, según esa misma cláusula, la arrendataria se encuentra obligada a dar las facilidades necesarias para exhibir el inmueble en caso de que el propietario deseare enajenarlo, lo que significa que, eventualmente, el Arzobispado de La Serena podría decidir venderlo en cualquier momento, aun antes de cumplido el plazo aludido por el municipio en su informe”.
Reuniones
Otro de los puntos en los que se pidió pronunciamiento a Contraloría tiene que ver con las reuniones sostenidas entre el alcalde Roberto Jacob y representantes de la inmobiliaria, las que fueron fuera de la Ley de Lobby.
Al respecto señalan que “atendido que las reuniones de que se trata se relacionaban y encontraban destinadas a la obtención de decisiones respecto de una de las materias indicadas en el citado artículo 5°, específicamente a la eventual celebración de un contrato de subarrendamiento suscrito por un sujeto pasivo de la ley —y en cuya celebración, naturalmente, tendría un interés particular la empresa Inversiones Alta Cruz Limitada—, no advierte esta Contraloría Regional fundamento para sostener que debiesen quedar al margen de la aplicación de la ley”.
El concejal Camilo Araya dijo que “este informe en primer término señala que en cualquier minuto el Arzobispado podría ponerle fin al contrato que ellos tienen con Alta Cruz y como este es un subarriendo que se va a hacer con la municipalidad, lo que pudiese ocurrir es que toda la inversión que se pretende hacer se pierde, es algo que nosotros dijimos muchas veces”.
“Tu no puedes invertir las platas públicas en un bien que es privado, eso es categórico en decirlo la Contraloría, cuando nosotros consultamos y no hubo respuesta y además se señala que las reuniones que el alcalde dice que una amiga le sacó con la inmobiliaria, todas estuvieron al margen de la ley del Lobby, acá todo se hizo bajo 7 llaves y no hubo claridad en lo absoluto”.
Araya agregó que “la inmobiliaria Alta Cruz ya tiene arrendado varios inmuebles que le subarrienda al municipio desde antes, respecto a si está arrendado ya la sala de cine, esto ya se aprobó en el concejo, hubo pregunta si es que el contrato iba a pasar de nuevo por el concejo y el alcalde fue poco claro “.
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