Hasta 12 millones de pesos recibía, en efectivo, un vecino de la población Los Arrayanes de Coquimbo, por la venta de un taxi colectivo. Pero el vehículo nunca llegaba al comprador, pese a que la transacción se desarrollaba ante notario.
El supuesto vendedor usaba documentación falsa al momento de concretar la transferencia de la compraventa del automóvil. Cédulas de identidad de otras personas y la clonación de las placas patentes eran parte del engaño para cometer diversas estafas, como lo establecieron los detectives en conjunto con la fiscalía de Chillán.
“Con las evidencias y la orden judicial en su contra, detectives de esta unidad especializada detuvieron al imputado cerca de su domicilio, en la Región de Coquimbo. Registra ocho condenas por delitos de estafas y similares, mientras que, durante su aprehensión, se le encontraron 11 cédulas de identidad de distintas personas, lo que es materia de la investigación”, señaló el oficial del caso, Comisario José Valdés, de la Brigada de Delitos Económicos Chillán.
La primera denuncia señala que, en marzo de 2020, el imputado se hizo pasar por otra persona, supuestamente dueño de un taxi, y ofreció la venta del vehículo. A la víctima le dijo que el automóvil se encontraba inscrito en una línea de colectivos de la comuna de San Carlos y que había dejado de vivir en esa ciudad para trasladarse a Linares, mostrando documentación falsa y cobrándole 12 millones de pesos en efectivo, ante notario.
Días más tarde, la víctima descubrió el engaño y supo que se trataba de un vehículo clonado que había sido dado de baja como colectivo. En el mismo mes, el imputado repitió el fraude con otras dos víctimas, recibiendo nuevamente en efectivo, 12 millones de pesos y 11,5 millones de pesos, por cada transacción, mientras se investiga su participación en otros delitos similares que habría cometido a lo largo del país.
“De acuerdo al trabajo científico técnico, logramos acreditar que el imputado ofrecía estos vehículos a la venta, en las radios y páginas web locales de la región de Ñuble. Cuando lograba la credibilidad de las víctimas, acudían con él a las notarías de Chillán, para suscribir los contratos de compraventa,
fraudulentamente. Usaba identidades de terceras personas y luego recibía el dinero en efectivo, ya que señalaba su desconfianza en transferencias y cheques”, detalló el comisario Valdés.
Tras su detención en Coquimbo, fue trasladado por los detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos hasta el Juzgado de Garantía de Chillán. La fiscalía local formaliza al imputado por 9 delitos reiterados de estafa, usurpación de nombre y uso de placas patentes falsas, en vehículos destinados al transporte público. El tribunal decretó tres meses de plazo para la investigación y lo dejó en prisión preventiva.
Discussion about this post