¿Se imagina estar realizando una restauración y lograr encontrarse con una importante obra de arte escondida en los revestimientos de los muros? Esto fue lo que le pasó a Natalia Jorquera, arquitecta y académica del Departamento de Arquitectura, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Serena, quien, mientras realizaba la restauración parcial de la Casa Chadwick de La Serena, descubrió que en sus paredes se encontraba una obra hecha con la técnica “Pintura al Fresco”, de alto valor patrimonial, desconocido hasta ahora en la Región de Coquimbo.
Si hablamos de pinturas al fresco, generalmente se nos viene a la cabeza las maravillosas obras que realizó el pintor Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, obras que comúnmente podían ser divisadas en lugares ligados a lo religioso o edificios importantes en el periodo del Renacimiento.
Natalia comenta que realizar este descubrimiento fue casi una sorpresa ya que las obras se encontraban bajo muchas capas de pinturas, que eran casi imperceptibles. Gracias a esto, pudo postular y adjudicarse un proyecto de investigación, financiado por el Fondo del Patrimonio del MINCAP, que le permitió seguir investigando sobre el origen de estas obras y esta técnica olvidada, para crear piezas visuales que hoy se exponen en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral.
“Durante el proceso de restauración descubrí estas pinturas murales que no estaban descritas en algún documento y no existía información al respecto. Literalmente, comencé a raspar los estucos y ahí pude encontrarlas, pero fue algo muy fortuito. Lo malo es que gran parte de estas obras, las descubrí en revestimientos que ya se habían retirado de los muros e iban a botarse como escombros”, explica.
La académica añade que en Chile existen muy pocos registros de esto y menos en arquitecturas residenciales, porque las pinturas murales y, en especial, con este tipo de técnica, fueron más comunes en iglesias, donde se hacían con el rol de evangelizar y no tanto como de manera decorativa. “Durante el transcurso de la investigación, descubrimos este tipo de pinturas en otras restauraciones locales, como las de la Casa Herreros, en la iglesia de Algarrobito, en Andacollo, Tulahuén, lo que nos hace pensar que esta técnica en la Región de Coquimbo, durante el siglo XIX, debe haber sido más común de lo que se piensa”, señala la arquitecta, agregado que estos descubrimientos nos dan cuenta de una Región de Coquimbo mucho más colorida de lo que actualmente conocemos, sobre todo en La Serena, donde la Casa Chadwick y la Casa Herreros son monumentos clásicos y blancos.
Sobre este tipo de técnica de pintura, detalla que en la actualidad no se usa, “pues como todas las técnicas antiguas, ha sido reemplazada por los materiales contemporáneos que se encuentran en las grandes tiendas de construcción y que son rápidos de ejecutar. Hoy es mucho más fácil comprar un tarro de pintura, lo abres y lo aplicas; mejor si es al agua. Entonces en este contexto, es que se ha perdido esta técnica, a eso súmale el uso del adobe que también está dejándose de lado, porque es más lento de hacer y hoy, lo más
lento es más caro”.
La exposición que está en la Biblioteca Regional, recoge los resultados de este proyecto. Por un lado, se muestran láminas explicativas históricas y de análisis técnico, pero lo más interesante de esto es que van a poder encontrar algunos fragmentos reales de estos frescos.
Quienes deseen conocer parte de la investigación, pueden visitar la página web https://www.arquitika.cl/antiguo-arte-de-la-pintura-al-fresco-sobre-adobe/ o acercarse hasta el 27 de mayo a la Biblioteca Regional Gabriela Mistral.
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