Congregados en los talleres que realiza el Instituto Nacional de Deportes en la conurbación, además de jóvenes, mujeres y adultos mayores que llegaron a las dependencia del Cendyr La Serena, se unieron en una masiva manifestación, de la tradicional disciplina física y mental originaria de la India, y que para los asistentes fue catalogado como evento mágico, conectado con el amor y la naturaleza.
“Súper buena experiencia, muy agradecida de haber participado y la buena difusión para conocer donde se realizaría el evento”, señaló Yulissa Astudillo. Por su parte Benjamín Fortes agregó, “para mí fue una experiencia nueva, nunca había hecho yoga, me pareció algo muy bonito y entretenido, poder participar en esta actividad y me gustó demasiado”.
En el mismo sentido, Elizabeth Rivera, añadió, “hace años que práctico Yoga, me ha cambiado la vida, porque siento que conecta el interior con el exterior. Me ha ayudado a escucharme más, y hoy en grupo sostenida por toda una red, fue maravilloso, se sentía una energía mágica y los invito a todos a practicar yoga”.
La instructora Fabiola Pastén quien dirigió la clase masiva, señaló que; “quisimos hacer una propuesta, para la comunidad que iba asistir, pulsando desde el cariño, desde el amor, cómo lo que queremos pulsar y desde ahí comenzamos con sonoterapia, con música de la naturaleza y entrar en la dimensión que se conecta con la práctica del yoga. Para pasar una práctica amorosa y conectarnos con el otro y luego cerramos con tambores, dónde jugamos, conectamos a tu niño o niña y la invitación a conectarse con el disfrute.Además con rondas permitimos que los asistentes se conocieran y así vibramos en el Día del Yoga”.
Para el Seremi Fernando Medina, el Cendyr fue el lugar indicado para la realización de la actividad, que combinó la meditación y la naturaleza para los usuarios de los talleres, “es una instancia de conexión con sí mismo, e invita a mejorar su calidad de vida con la práctica del yoga”.
Desde 2015 se lleva a cabo en todo el mundo cada 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de invierno, la propuesta surgió de la India, desde donde procede esta antigua práctica. Fue presentada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y recibió el apoyo de 175 Estados Miembros.
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