A la espera de ser sometido a revisión por parte del Comité de Ministros se encuentra el proyecto portuario minero Dominga, que busca ubicarse en la comuna de La Higuera.
De acuerdo a La Tercera, hace unas semanas, una serie de entidades públicas que participaron en la evaluación del proyecto comenzaron a responder a los oficios enviados por la directora ejecutiva del Servicios de Evaluación Ambiental (SEA), Valentina Durán, en un proceso de recopilación de antecedentes ad portas a la votación del Comité de Ministros, máximo órgano administrativo del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Se trata de la Dirección General de Territorio Marítimo y Marina Mercante; Servicio Agrícola y Ganadero (SAG); Corporación Nacional Forestal, Dirección Ejecutiva (Conaf); Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) y el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur). Tres de ellas entregaron comentarios favorables a la evaluación ambiental de la iniciativa y solo Conaf cuestionó el proyecto, asegurando incluso que llevará a la extinción de dos especies de la zona.
La Dirección General de Territorio Marítimo y Marina Mercante el pasado 10 de junio, liderada por el vicealmirante y director general de la entidad Carlos Huber Vio, respondió que “esta autoridad marítima emitió su pronunciamiento basándose en en la idoneidad y suficiencia técnica, conforme a la normativa ambiental que regía al momento del ingreso del proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”.
Por su parte, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) manifestó, el 30 de junio, su conformidad “condicional” por tema relacionado con colisión y electrocución de aves, y, por seguimiento y monitoreo de atraviesos para animales de baja movilidad, los cuales, no tienen relación con la consulta realizada. De acuerdo a los antecedentes expuestos, a juicio de este Servicio, las respuestas entregadas por el titular a las observaciones del SAG, en las distintas etapas del proyecto, son satisfactorias, por cuanto, se acompañan los antecedentes suficientes y, la evaluación se realiza considerando todos los componentes que pudiesen ser afectados por la construcción y operación del proyecto, considerando, además, la sinergia entre ellos.
El pasado 14 de julio, el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) valoró las compensaciones anunciadas por Andes Iron, asegurando que cumplían con su objetivo y son usadas de manera tradicional. Esto en relación a la barrera de burbujas con el que pretende mitigar el impacto sonoro sobre cetáceos en la etapa de construcción del muelle de Dominga. “El Servicio considera la cortina de burbujas como un método efectivo para lograr la disminución de entre 5 a 20 decibeles de sonido submarino, y que es una medida muy utilizad por proyectos con impacto sonoro en el medio marino”, acotó el director nacional (s) de Sernapesca Fernando Naranjo.
Mientras que el 15 de julio, el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) también destacó las medidas que prometió el titular de Dominga. Sobre el valor paisajístico calificado como alteración de la calidad visual del paisaje en caleta Totoralillo Norte (Sector Totoralillo) por la operación del Terminal de Embarque, el titular propuso la medida de amortiguación vegetacional en límite de la propiedad industrial en sector Totoralillo que generará una continuidad visual de naturalidad en el sector donde se emplazará el Terminal de Embarque. “Esta barrera permanecerá durante toda la vida útil del Proyecto. De igual forma el titular propuso las medidas de aporte hídrico a la vegetación en sector de devolución subsuperfical de agua e instalaciones de colores integradores del paisaje”, destacó Beatriz Román, directora Nacional (s) de Sernatur.
Un opinión distinta a las anteriores tuvo la Corporación Nacional Forestal (Conaf), el 7 de julio manifestó su total rechazo al proyecto Dominga. En la respuesta manifestó su “inconformidad de manera sostenida durante el proceso de evaluación ambiental, ya que -a su parecer- no se consideraron las observaciones respecto del ámbito marino, y sus especies protegidas, por considerar, a nuestro parecer de forma errónea, que dichas materias excedían nuestras competencias”.
Conaf indicó que “de manera consistente y sistemática durante todo el proceso de evaluación ambiental del Proyecto “Dominga”, en sus diversas etapas, informó y fue clara respecto del incumplimiento a la normativa ambiental y sectorial vigente, en las cuales tiene competencia la Corporación Nacional Forestal, tanto en el ámbito marino, respecto de los objetos de protección de la Reserva Pingüino de Humboldt, administrada por CONAF, como en el ámbito terrestre y la afectación a la vegetación y especies protegidas. Por lo que, a criterio de esta Corporación, las insalvables deficiencias del Estudio de Impacto Ambiental y sus Adendas, no permitieron realizar una evaluación ambiental a la altura de la importancia del territorio que se pretende intervenir, dadas sus particularidades y fragilidad, así como de los objetos de conservación que en él existen”.
“El EIA no realiza este análisis, considerado como básico para especies objeto de conservación de la Reserva Nacional como son las especies de aves en categoría de conservación, especialmente del Pelecanoides garnotii (Yunco), en peligro de extinción (EP) y Spheniscus humboldtii (Pingüino de Humboldt), vulnerable (VU), considerados como los más críticos y de alta unicidad al tratarse, en el caso del Yunco, del 90% de la población nacional y del Pingüino, del 80% de la población mundial y que ocupan los sitios proyectados como operación del puerto Dominga como sitios de alimentación y descanso en la época más vulnerable de su ciclo de vida, cual es el ciclo reproductivo. Con esto, el proyecto afectaría directamente sitios de alimentación, sitios de descanso, así como la conectividad del corredor biológico en el archipiélago, afectación para la cual no existe medida factible de compensación alguna pues llevaría a estas especies a la extinción en el corto plazo”, consignó el estudio de Conaf.
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