Un día diferente, cargado de buenos momentos y de abrazos aurinegros. La Escuela de Fútbol Inclusivo comunal vivió un emocionante encuentro junto a integrantes de Coquimbo Unido, instancia donde compartieron experiencias, entrenamiento y un entretenido partido, todo ello en el templo pirata: el estadio Francisco Sánchez Rumoroso.
Una jornada inolvidable para los niños, niñas y adolescentes que participan de la iniciativa impartida por el Municipio de Coquimbo, siendo ello valorado y agradecido por apoderados. Una de ellas es Alodya Rojas, quien señala que gracias a la Escuela de Fútbol Inclusivo “mi hijo Francisco, quien tiene autismo etapa 1, ha podido fortalecer su concentración y autonomía”.
En ese sentido, comenta que “a él le costaba mucho respetar normas y órdenes, y gracias a la Escuela de Fútbol está aprendiendo. También le ha ayudado en su coordinación, antes saltaba, no caminaba. Que bueno que se dio la instancia de que los jugadores de Coquimbo Unido pudieran venir, los chiquillos aman el equipo de su ciudad”.
La emoción también se impregnó en los corazones de Ricardo Escobar, Franco Cortés y Jhon Bravo, futbolistas aurinegros que se pusieron la camiseta de la inclusión. Ricardo, quien es defensa central de los piratas, expresó que “encuentro esto muy bonito, vengo de Santiago y lo he visto muy pocas veces, es una manera bonita de progresar, compartir y sociabilizar”.
Asimismo, aseveró que “es una buena instancia para disfrutar, también para los papás que los vienen a acompañar. Los chiquillos son bastante cariñosos, les gusta hacerse notar, se muestran bastante motivados de ir aprendiendo cosas nuevas”.
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