Este martes 11 de octubre el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle condenó a dos penas de 5 años y un día, es decir 10 años de prisión por abuso sexual agravado contra menores de edad, al imputado de iniciales C. M. R. R., médico oriundo de la comuna de Monte Patria, quien actualmente se encontraba prestando servicios de medicina general y pediátrica en la Región Metropolitana.
Los hechos denunciados, que culminaron con esta sentencia en un juicio de segunda instancia, ya que en el primer juicio en su contra realizado el año 2019 resultó absuelto; datan de entre los años 2010 y 2015, cuando el acusado era estudiante de medicina y luego realizó su práctica en la comuna de Ovalle, contando con domicilio en Monte Patria. Durante esos años según logró acreditar la Fiscalía, abusó sexualmente de dos hermanos con edades entre los 5 y 10 años; mientras que las madres de otros menores afectados en ese entonces, sostienen que no se atrevieron a denunciar por temor, pero estuvieron dispuestas a colaborar con la causa que llegó a juicio.
Una de ellas que prefiere mantener en reserva su identidad por su seguridad y la de su hijo, señala que lo conocía desde pequeño tanto a él y como a su familia, por lo que le arrendó una pieza, a la que llegaba con los niñitos de una ex compañera de escuela, a los que llevaba a dormir. “En ese tiempo por mi trabajo yo pasaba poco tiempo en mi casa y con mi hijo, tenía una persona que me ayudaba a cuidarlo y ella se dio cuenta que este tipo tenía actitudes extrañas. En ese tiempo mi hijo tenía 14 años y empezó a rechazar a este tipo, mi niño cayó en depresión y estuvo con psiquiatra, con psicólogo y a los 19 años él le contó al psicólogo lo que había pasado, por vergüenza, dolor y muchos conflictos en mi familia yo no tuve la fuerza para hacer nada”.
Esta madre, explica que la denunciante en el caso que llegó a juicio se contactó con ella, “yo la estuve apoyando durante todos estos años, en poder prestar mi testimonio si es que me llamaban, pero nunca lo hicieron, a mi hijo tampoco lo llamaron a pesar de que él se acercó a la PDI para declarar”.
Por su parte la demandante que tampoco quiere ser identificada para mantener en reserva también la identidad de sus hijos, manifiesta “estoy luchando hace 8 años, el primer juicio quedó nulo porque no le creyeron a mis hijos, siendo que había pruebas contundentes de peritos, fotos del daño que tenían mis hijos. Desde la Fiscalía me dijeron que iban a apelar porque no quedaron conformes con el dictamen”. “Yo ahora lo único que quiero es que se haga justicia y que pague el daño que hizo a mis hijos y que no le den más opciones, porque él puede apelar, si él tiene para pedir menos sentencia de la que le dieron no me voy a quedar conforme y voy a ir hasta Santiago si es necesario a la corte suprema”.
Agrega que ella también conocía al acusado desde que era pequeño porque trabajaba en la casa de su mamá y ahí escuchaba rumores de “que lo habían demandado otras veces por pedófilo, pero eso quedaba en nada, pero yo nunca dudé de él porque lo miraba incluso como un hermano, hasta que me entró la duda y le pregunté a mi hijo menor, esto fue cuando tenía como 7 años y agachó la cabeza y se puso a llorar y me contó lo que le había hecho, mientras mi hijo mayor me decía créele a mi hermano”. La denunciante explica que su hijo mayor se demoró un poco más en contarle que él también había pasado por lo mismo, fue entonces cuando decidió denunciar en Fiscalía.
Desde Fiscalía confirman que efectivamente el anterior juicio que tuvo veredicto absolutorio fue anulado por la Corte a petición de la Fiscalía. Se hizo nuevo juicio y se llegó a veredicto condenatorio, ya que esta vez el tribunal valoró los testimonios ofrecidos por los niños que presentó la Fiscalía. Aclaran además que la causa aún está con plazos vigentes, por lo que aún no está firme y ejecutoriada la sentencia.
El Fiscal (s) de Ovalle Cristian Arcos, sostuvo que en esta oportunidad “la declaración de los niños fue corroborada por prueba gráfica dado que siempre describieron el sitio del suceso que era la habitación del acusado que era donde ocurrían estos hechos y describieron ambos esa habitación y todo lo que había al interior, lo que fue corroborado por las fotografías que mostramos en el juicio, las que habían sido obtenidas por la PDI durante el transcurso de la investigación”. El persecutor agregó que “además lo importante fue la declaración de los niños que a pesar del tiempo transcurrido siempre mantuvieron su relato” (…) “Eso sumado a la prueba testimonial, pericial del Servicio Médico Legal y pericia psicológica que demostró que no había ganancia secundaria”.
Discussion about this post