Con la instalación de pantallas acústicas, entre otras acciones acordadas con la autoridad con el fin de proteger la fauna de la Laguna Conchalí, se iniciaron las primeras actividades en terreno necesarias para el retiro de la plataforma Jack Up, de la empresa constructora CBE varada en la playa amarilla de Los Vilos. Debido a fuertes marejadas, esta plataforma utilizada en las obras marinas del proyecto INCO se volcó y fue arrastrada hasta la orilla en agosto pasado.
La instalación de pantallas acústicas se realizará en un sector de aproximadamente 150 metros lineales mientras duren los trabajos de recuperación de la plataforma. De esta manera, se busca prevenir cualquier afectación sobre las aves y otros animales de la Laguna Conchalí, considerada Santuario de la Naturaleza.
También se realizarán calicatas para el análisis arqueológico del sector contiguo al sendero peatonal que une el mirador de la Laguna Conchalí con Playa Amarilla. Estas labores fueron solicitadas por el Consejo de Monumentos Naturales, entidad que tiene a su cargo la tuición sobre este Santuario de la Naturaleza y sobre los elementos patrimoniales y arqueológicos que puedan existir en el área. Todas estas actividades han sido informadas previamente a distintas organizaciones de la comunidad que se ubican en el borde costero, como también a las autoridades pertinentes.
Con respecto a estas acciones y el plan de desvaramiento de la plataforma, Patricio Pinto, gerente de Asuntos Públicos de Minera Los Pelambres aseguró que “hemos realizado los estudios de ingeniería necesarios para definir la metodología mediante la cual se hará el retiro de la plataforma. A la fecha, existen alternativas que se encuentran en su última etapa de evaluación y de sus permisos con la autoridad competente, las que buscan resguardar la seguridad de los trabajadores que participarán en las labores y generar la menor afectación posible al entorno”.
Cabe destacar que, desde el primer día del incidente la compañía minera ha tomado todas las medidas y recursos necesarios, informando periódicamente de todas las acciones que se han realizado de manera oportuna y periódica a la Superintendencia de Medio Ambiente, tal como se acordó durante las primeras reuniones con las autoridades pertinentes.
También se ha trabajado en coordinación con la Autoridad Marítima para el rescate de la mayoría de los elementos que cayeron al mar; se ha mantenido el monitoreo diario, tanto submarino y aéreo como el monitoreo costero del sector, para detectar cualquier tipo de elemento o sustancia extraña en la zona. Asimismo, se realizaron estudios con un laboratorio independiente (Centro de Ecología Aplicada, CEA), determinando en forma clara y categórica que no existió afectación ambiental asociada al incidente, tanto en la calidad de las aguas y sedimentos como tampoco a partir de la eventual presencia de hidrocarburos en tejidos de organismos bentónicos.
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