El sexto robo de cables del año y el tercero consecutivo en los últimos diez días se produjo la madrugada de este martes en La Higuera. Este hecho, lejos de pasar desapercibido, encendió fuertemente las alarmas dentro de CGE -compañía de distribución eléctrica que atiende a más de tres millones de clientes entre las regiones de Arica y Parinacota y La Araucanía- debido a la reiteración y al daño que provoca en la infraestructura y en la calidad y continuidad del suministro.
Esta vez, a eso de las 01:39 horas un grupo indeterminado de sujetos llegó por la Ruta 5 Norte hasta la localidad de Incahuasi (límite de la Región de Atacama con Coquimbo) desde donde intervinieron nueve vanos, cortando líneas y destruyendo estructuras como crucetas y protecciones. El botín fue de 3.600 metros de cable de cobre.
Debido a la distancia, la complejidad de la reparación de la red, la cantidad de metros de cable a reponer y las maniobras de cierre de dispositivos, se destinaron cuatro brigadas y equipos de supervisión como apoyo. No obstante, la normalización de los 2.467 clientes inicialmente afectados se produjo a las 02:35 horas de este miércoles.
Alrededor de 800 familias estuvieron 25 horas sin energía, mientras que el resto fue cubierto a eso del mediodía con los equipos de respaldo que la compañía posee en Caleta Los Hornos, Pueblo de La Higuera, Los Choros, Punta de Choros y en Carrizalillo (Freirina).
Oscar Jerez, gerente zonal de CGE, mostró su preocupación por la delicada situación de seguridad que atraviesa la comuna. “Estamos muy inquietos, ya que este último incidente implicó que hubo familias con un día sin energía debido al robo de cables. Pese a que hemos hecho las denuncias, entregado los antecedentes a los organismos competentes y contribuido en las investigaciones, estas bandas delictuales siguen operando con plena impunidad”, aseveró.
Por tal motivo fue enfático en pedir medidas concretas. “Le solicitamos a las autoridades disponer del máximo esfuerzo, por medio de acciones que reduzcan las opciones de cometer este ilícito. Estamos ante bandas organizadas que no escatiman esfuerzos por dañar las redes y dejar por muchas horas sin acceso de energía a miles de familias. Más allá del impacto técnico y económico, nos preocupa la indisponibilidad con la que quedan viviendas, sistemas de agua potable rural, centros de salud y entidades que prestan servicios básicos a la ciudadanía”, manifestó Jerez.
Con el último robo, los habitantes de La Higuera han sumado 95 horas sin energía. En tanto las bandas delictuales se han apropiado de más de 8.800 metros de cable, equivalente a 2,7 toneladas de cobre.
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