Ante el complejo escenario hídrico que atraviesa la región de Coquimbo, el Gobierno Regional ha tomado acciones concretas para combatir la sequía a través el reúso de aguas grises, principalmente en zonas rurales, iniciativa que se ejecuta con innovadores sistemas que se encuentran operativos en las comunas de Illapel, Monte Patria, La Serena y Vicuña.
El proyecto “Reúso de Aguas Residuales Tratadas Rurales como Nueva Fuente de Agua para la Resiliencia y Desarrollo Productivo de Territorios Vulnerables en Sequía” de Fundación Chile, es una práctica que implica recuperar, aprovechar y dar valor a un residuo líquido que se ha tratado en sistemas sanitarios como plantas de tratamiento de aguas servidas rurales. Esta solución se transforma en una nueva fuente de agua, mediante la implementación de tecnologías apropiadas, inocuas y eficientes en cuanto a su uso.
En palabras de la gobernadora Krist Naranjo, “se necesita una visión más amplia para hoy día poder valorar los recursos hídricos que son esenciales para la vida, especialmente en el contexto del cambio climático que vivimos a nivel regional, nacional y mundial. En este sentido es muy importante que seamos capaces de estructurar mejor las propuestas, y para ello, vamos a empezar un trabajo en terreno, con la intención de poder avanzar en proyectos, que es lo que hoy día todavía no se ha llegado a materializar”.
Las iniciativas de reúso implementadas, como en la localidad de Huatulame, buscan mejorar la calidad de vida de las personas, en este caso con la instalación de un humedal artificial superficial que genera un tratamiento complementario al lombrifiltro existente, los que redujo los malos olores que emanaban de la planta.
En este sentido, se sumaron cinco nuevas iniciativas, las que involucran impactos positivos económicos, sociales y ambientales importantes para las comunidades rurales donde se emplazan.
En la localidad de Plan de Hornos, en la comuna de Illapel, se habilitó riego tecnificado de áreas verdes utilizando aguas de reúso, lo que permitirá recuperar un espacio para uso y goce de la comunidad, reemplazando el agua potable que se usaba para el riego por las aguas residuales tratadas de la planta de tratamiento rural de la comunidad. El proyecto además consideró dejar arranques en algunas de las casas de la localidad, para que así los habitantes de la zona puedan regar sus árboles, flores y jardines con aguas recicladas, dejando de usar también agua potable para esto.
En Punta Azul, en la comuna de Vicuña, el proyecto implementado permitió el aprovechamiento eficiente de las aguas de reúso por un productor de plantas ornamentales nativas. Esta iniciativa consensuó un modelo de negocio virtuoso que incorpora una tarifa de pago por el agua del productor al comité de APR que administra la PTAS de la localidad, recursos financieros que podrán ser reinvertidos en la operación y mantenimiento del sistema de tratamiento de Punta Azul. Esto mejorará el tratamiento de las aguas servidas, asegurando un buen servicio, sin impactar en la tarifa de la comunidad.
En la misma comuna de Vicuña, en la localidad de Marquesa, se reforzó el pretil en la quebrada Marquesa. Las crecidas en la quebrada han generado el colapso de esta estructura que protege a la comunidad y la PTAS de Marquesa – Nueva Talcuna, interrumpiendo el saneamiento en la zona con la consecuente afectación a la comunidad. El proyecto consistió en la plantación y riego con las aguas tratadas de árboles nativos en el pretil, lo que reforzará esta estructura reduciendo el riesgo de colapso futuro. Además, se consideró dejar arranques que puedan ser aprovechados para riego de áreas verdes por la comunidad.
Finalmente, en Lambert, en la comuna de La Serena, se construyó un humedal artificial para mejoramiento de la calidad de aguas residuales tratadas descargadas por la PTAS de la localidad, además de un sistema de riego eficiente por aspersión para riego de árboles nativos plantados en un sitio frente a la PTAS. El proyecto contempló la extensión del riego a otro sitio, donde se puedan generar nuevas áreas verdes aprovechables por la comunidad. Parte de las aguas tratadas continúan siendo descargadas a una quebrada (punto de descarga autorizado), fomentando la infiltración y recarga de acuíferos.
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