Dirigentes comunitarios y regantes de la cuenca baja del Río Choapa, en las comunas de Illapel y Canela, buscan avanzar hacia un manejo integral del agua en la cuenca, es decir, dar un uso más eficiente al recurso hídrico disponible, pero a la vez aumentar el conocimiento sobre las características del río y, con ello, facilitar la recuperación natural de las fuentes subterráneas, considerando la alta demanda del recurso para consumo humano y agrícola en un contexto de sequía.
Aprovechando el impulso, en 2023 acordaron con Minera Los Pelambres la realización de un estudio con el respaldo técnico y científico del Centro de Estudio Avanzado en Zonas Áridas (CEAZA) y el Laboratorio de Prospección, Monitoreo y Modelación de Recursos Agrícolas y Ambientales (Prommra) de la Universidad de La Serena.
“Es un estudio de caracterización de acuífero, que significa ver dónde encontramos el agua subterránea, en qué tipo de material se encuentra almacenada y cuánto es su potencial de almacenamiento, que tiene que ver con el volumen total de espacio que tenemos disponible para que el agua sea conservada en el subsuelo”, explicó Giulia de Pasquale, geofísica de formación y una de las coordinadoras del equipo de hidrogeología del CEAZA.
Como lo indica la experta, este estudio hidrogeológico pretende, entre otros objetivos, conocer el tipo de roca existente debajo de la línea del caudal, además de su permeabilidad y el nivel de profundidad en que se propicia la acumulación de agua subterránea. Todo lo anterior quedará disponible en una cartografía que mejoraría la toma de decisiones en torno a la disponibilidad del recurso hídrico en la tercera o última sección del río Choapa, desde el puente Confluencia, en Illapel, hasta su desembocadura en Huentelauquén, lugar donde el pasado viernes 22 de marzo se realizaron las últimas mediciones en la etapa de campañas de terreno.
Sobre su importancia, Pablo Álvarez, director del Consorcio Quitai Anko, organización que reúne los esfuerzos de diferentes áreas técnicas y científicas, entre ellas el Prommra y CEAZA, sostuvo que “el agua subterránea es muy difícil de estudiar. Por lo tanto, se necesitan dos cosas fundamentales. Primero, equipamiento tecnológico de alto costo y sofisticación y, segundo, la capacidad humana para interpretar lo que estos equipos permiten medir. Lo que va a salir como resultado de todo esto es conocer lo que está en el subsuelo y el agua”, puntualizó.
El estudio es posible, además gracias al trabajo que desde hace años mantiene unidas a las comunidades, sus dirigentes y Minera Los Pelambres, que en este caso puso a disposición un financiamiento del estudio, sumando a ello una serie de gestiones para acercar la tecnología y el equipo profesional necesario para atender la solicitud de los vecinos.
“Esto se da en la lógica de querer aportar y contribuir a mejorar las condiciones hídricas de toda la cuenca. Por lo tanto, nos hemos puesto a disposición de la comunidad y de todos los actores involucrados no sólo para aportar con recursos o construir infraestructura hídrica o apoyar a resolver una emergencia, sino también para vincular a la academia. Esto con el objetivo de que podamos juntos avanzar en datos, investigación y conocimientos de la parte baja de la cuenca del Río Choapa y así las autoridades y organismos técnicos puedan tomar mejores decisiones en torno a la disposición de agua para las comunidades”, aseguró Antonio Rubio, subgerente de Relacionamiento Comunitario de Minera Los Pelambres.
Por su parte, Wilfredo Olivares, presidente del Comité Choapa Bajo, agrupación que reúne a las distintas organizaciones locales ligadas al agua para consumo agrícola o humano, comentó que “esto es muy importante porque nos permitirá saber dónde podemos encontrar el agua y también tener la seguridad de que el financiamiento público o privado que nos puedan dar para la habilitación de pozos no lo vamos a perder por no tomar buenas decisiones o no tener este conocimiento”.
Cabe mencionar que estudios de este tipo sólo se han realizado, a nivel país, en la cuenca del Limarí, a cargo del mismo equipo de profesionales y organismos técnicos que propician hoy el inicio de las investigaciones en el Choapa. Las próximas etapas serán las campañas geofísicas y el desarrollo de cartografías para la hidrología de la tercera sección del río Choapa en un plazo total de seis meses.
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