Cada 19 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), la cual corresponde a un grupo de patologías, siendo las más frecuentes la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Estas se caracterizan por ser una inflamación crónica del tracto digestivo, con periodos de actividad y remisión que afectan la calidad de vida de los pacientes.
La doctora Paulina Núñez, gastroenteróloga e integrante del Programa de Enfermedad Inflamatoria Intestinal de Clínica Universidad de los Andes, comenta que “para algunos pacientes, estos tipos de patologías pueden presentarse con síntomas leves, mientras que, para otros, son bastante debilitantes y pueden desencadenar complicaciones que requieren un manejo oportuno para lograr su control”.
La colitis ulcerosa produce una inflamación que se inicia en el recto y se extiende a través del colon. Sus síntomas son muy variables y pueden incluir sangrado rectal, mucosidades en las deposiciones, ganas repentinas y urgentes de defecar, sensación de evacuación incompleta, dolor o cólicos abdominales, entre otros. En tanto, la enfermedad de Crohn se caracteriza por una inflamación que puede afectar desde la boca a la región anal. Entre sus principales síntomas se encuentra el dolor abdominal, anemia, diarrea crónica, fiebre, pérdida de peso, desnutrición o sangrado a nivel rectal.
Las causas de la EII son multifactoriales:
- Factores genéticos: algún familiar directo que la haya presentado.
- Factores ambientales: tabaquismo, alimentos procesados y ultra procesados o con alto nivel de grasa.
- Alteraciones de la microbiota intestinal:
- Sistema inmune: este puede reaccionar contra las bacterias intestinales desencadenando inflamación crónica del tracto digestivo e intestinal.
- Edad: suele ser más habitual en personas jóvenes, entre los 20 y 40 años, pero se puede presentar a cualquier edad.
- Estrés: si bien no es una causa directa, puede desencadenar brotes o exacerbar síntomas en quienes ya presenten la enfermedad
“El diagnóstico puede ser un proceso complejo, y a veces, llevar bastante tiempo, pero la colaboración entre el paciente y el equipo médico es esencial para una evaluación completa y adecuada”, comenta la doctora Núñez.
Asimismo, la enfermedad inflamatoria intestinal es dinámica en su evolución y gravedad, siendo necesario un manejo multidisciplinario que permita un enfoque personalizado, para que los pacientes logren control de los síntomas, mejorar su calidad de vida y alcanzar un control de su actividad inflamatoria.
En cuanto a los tratamientos, en las últimas décadas, se han desarrollado importantes avances en nuevos fármacos, permitiendo terapias más eficaces. En estas se considera una serie de variables como la edad, antecedentes de tumores previos o infecciones. “Existe la terapia farmacológica, en la cual actúan proteínas sobre señales inmunológicas alteradas de la enfermedad inflamatoria intestinal o también, se hace por medio del uso de moléculas pequeñas, que son medicamentos ingeridos a través de vía oral. Se considera la opción quirúrgica en casos seleccionados”, concluye la gastroenteróloga.
Discussion about this post