Disparos en un mitin político de Donald Trump en Pensilvania obligaron a agentes del Servicio Secreto a cubrir con sus cuerpos al candidato norteamericano. El expresidente estaba hablando ante votantes cuando se oyeron unos disparos.
Tras escucharse los disparos, Trump se tocó el lado derecho de la cara y se agachó tras el atril. Los agentes gritaron «agáchese, agáchese» repetidamente. Después, se vio al candidato republicano siendo evacuado con evidentes restos de sangre en la cara. Por las imágenes de vídeo, al menos un disparo le tocó en la oreja derecha, pero sin lesionarlo de gravedad.
Tras ser rodeado por agentes que le protegían para ser retirado del lugar, Trump empuñó levantado su mano derecha, y entre los gritos de horror de los asistentes, él gritó “peleen, peleen”.
Agentes armados subieron a la tarima para protegerlo, subirlo a un vehículo blindado y trasladarlo a un hospital cercano. Medios internacionales reportan que el tirador habría sido abatido por agentes del Servicio Secreto.
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