Fue un llamado de auxilio el que alertó al Subteniente Sebastián Riedel y al Cabo Segundo Marcos Jara, ambos de la Primera Comisaría La Serena y quienes realizaban un patrullaje preventivo la tarde del domingo.
Preocupados, los vecinos les contaron que Goliat, un conocido cachorro del barrio, había intentado salir de su casa y se había quedado atrapado, justo cuando la vivienda estaba sin moradores.
Y no lo pensaron dos veces. Fue el Subteniente Riedel quien guiado por el Cabo Jara, trepó un muro, esquivó el cerco perimetral y saltó hacia el antejardín de la casa… caminó lentamente hacia Goliat y a través del cariño y palabras tenues, se ganó rápidamente su confianza.
El pequeño cachorro mantenía la cabeza atrapada entre las puertas de un portón de madera y comenzaba a ahogarse. El tiempo estaba en contra, pero con la confianza del perro, la guía de su compañero y utilizando una fuerza medida para no asustarlo, el Subteniente logró liberarlo.
“Fue una satisfacción muy grande, porque estábamos salvando una vida y teníamos la atenta mirada de los vecinos encima, pero finalmente tuvimos un final feliz. La dueña de Goliat llegó unos minutos después y cuando le contaron lo que había pasado, corrió a agradecernos. Y es precisamente eso, la satisfacción de saber que tu trabajo genera un impacto positivo, lo que nos motiva a seguir adelante diariamente, comprometidos con la comunidad”, cuenta el Subteniente Riedel, quien volvió este miércoles a visitar al cachorro, con quien estableció un particular vínculo.
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