El pasado 17 y 18 de octubre, artistas de la Región de Coquimbo tuvieron la oportunidad de ser parte del segundo Encuentro de Trabajadoras de las Artes (ETRA) financiado por el programa de Iniciativas Estratégicas Regionales (IER) de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes. La actividad, impulsada desde la Mesa Feminista de Trabajadoras de las Artes busca potenciar el desarrollo económico territorial a través de la reactivación del sector cultural local, y contó con la participación de más de 60 artistas pertenecientes a diversas disciplinas y a la gestión cultural.
El encuentro congregó a artistas, gestores y cultores en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral quienes debatieron sobre temáticas atingentes para el desarrollo de su vida laboral, tales como la cobertura del seguro social y accidentes; arte, comunidades y territorio; formulación de proyectos, entre otros. Además, contó con la presencia de diferentes carteras de gobierno, como la SEREMI de la Mujer y Equidad de Género, SEREMI del Trabajo, SEREMI de Economía y la Dirección de SERNAMEG.
Cedric Steinlein, Seremi de la Culturas, las Artes y el Patrimonio, MINCAP, destacó que “logramos duplicar el presupuesto, lo que nos permite tener un segundo encuentro mucho más potenciado, con más participantes y además inclusivo, porque tenemos participantes de las tres provincias de la región, lo que nos permite tener una cobertura muy importante y seguir potenciando ese trabajo intersectorial”.
Por su parte, el Seremi del Trabajo y Previsión Social, Francisco Brizuela Tapia, manifestó la importancia de estas instancias para el desarrollo de las condiciones en el ámbito de la cultura. “Este sector es históricamente precarizado en nuestra sociedad, por lo que requiere de herramientas y fortalezas que les permitan acceder, por ejemplo, a las prestaciones que hoy en día nos entregan las instituciones encargadas de la salud y la seguridad laboral”.
Un encuentro inclusivo, transversal e interprovincial
Este segundo encuentro estuvo marcado por tres ejes: inclusivo, transversal e interprovincial que se reflejaron desde su organización. Es que este año se incorporó lengua de señas en cada ponencia, se trataron temas como ambientes libres de violencia de género y accesibilidad universal y participación cultural de la discapacidad, creando un espacio inclusivo y considerando a diversos sectores de la sociedad. Además, se contó con una beca de 15 plazas, las cuales cubrían los costos de alimentación, el traslado y alojamiento a participantes fuera de la conurbación, para considerar a artistas de las 15 comunas de la región.
Claudia Suárez, integrante de la Asociación de Trabajadoras de las Artes, destacó que la democratización territorial del encuentro es un eje fundamental y no descartó la posibilidad de ampliarlo en versiones futuras, mencionando que se contempló la creación de encuentros satélites, aunque el tema presupuestario es crucial. “Estamos viendo posibilidades porque la creatividad nos sobra, por lo tanto podemos generar distintos espacios, recursos o talleres en simultáneo”.
Por su parte, María José Riveros, Directora de Extensión de la Universidad Mayor y encargada del módulo de Formulación de Proyectos, expresó que “hay muchas personalidades críticas que hacen que el encuentro sea aún más interesante. Las condiciones en las que se da y la producción resaltan un punto muy relevante: la calidad de vida de los artistas, incluyendo un bienestar que refleja la visión del trabajador y trabajadora de las artes como personas esenciales en la sociedad actual”.
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