A plena luz del día, a eso de las cuatro de ayer, las trabajadoras de la panadería “Los Griegos” de Coquimbo, ubicada en calle Buen Pastor, fueron intimidadas por un tipo que llevaba una pistola en su poder.
“Estábamos con mis compañeras y la cajera trabajando aquí en el local. Y resulta que el tipo entró con una chaqueta roja, se tapó solamente la cabeza y se acercó como a pagar a la caja (…) Empezó a intimidar a la cajera con un arma, se la sacó de la guata y empezó a apuntar a la cajera por debajo. Le decía, entrégame todo lo que tengái, entrégamelo al tiro”, detalló Catherine Escobar, testigo y víctima de este cobarde hecho.
Pero esto no paró ahí, ya que el delincuente se encerró dentro del local y ahí empezaron los gritos de sus compañeras.
“En ese momento estaba mi papá y mi hermano que es panadero. Salieron a ayudar a la cajera que estaba encerrada adentro. El tipo trató de subir por arriba de la caja, apuntándole todo el momento con la pistola en la cabeza a mi compañera”, comentó Catherine.
En ese minuto, el padre de la testigo se lanzó contra el antisocial, quien aún portaba el arma. “Mi papá se tiró encima de él, pescó la pistola y le rompió la cabeza con la pistola (…) El arma saltó al suelo entonces, el tipo vio que venía mi hermano detrás corriendo también, se vio atrapado y trató de arrancar. Mi padre estaba todo ensangrentado por los vidrios que se rompieron”.
Lo que hace aún más triste esta historia, es que al rato se acercó al local un trabajador de seguridad ciudadana de la comuna. Y esto fue lo que les dijo a las víctimas: “Nos dijo no se hubiera metido a ayudar, que no le pagaban por ahuyentar ladrones. Lo que nos tiene con miedo, es que ya saben que en este horario sólo trabajamos mujeres. Acá no tenemos protección, nada. Estamos toda la tarde solas, no tenemos el apoyo de nadie”.
Discussion about this post