Impotencia, rabia y desesperación. Esos son los sentimientos que esta mañana expresaban los apoderados del colegio Altovalsol, en la comuna de La Serena, cuando una vez más tuvieron que ir a retirar a sus hijos al establecimiento porque les cortarían el agua y la luz.
¿La razón? Entre 8 y 9 facturas impagas de los suministros básicos por parte de la Corporación Gabriel González Videla (CGGV). Lo que hace aún más impresentable esta situación, es que sería la tercera vez que ocurre lo mismo. Lo anterior, hace que los niños no sólo pierdan clases, sino que también la posibilidad de recibir sus almuerzos y colaciones diarias.
“Hay niños del colegio que la alimentación del día, es lo que ellos consumen acá. Son niños de escasos recursos. Tienen una jornada ya extensa por el tema de recuperación de clases y después ya no hay más, porque eso es el último alimento que le dan, el almuerzo. Después ya no hay ninguna colación, nada, hasta las cuatro y media que ellos tienen clase”, comentó muy angustiada una apoderada.
Otra madre, que también tuvo que ir por su hijo, nos contó que “ya basta de los abusos con los niños. Si no han pagado durante por lo menos nueve meses facturas, ¿de verdad creen que vamos a esperar que en 10 minutos la paguen?, ¿de verdad hay que esperar que estén cortando el agua los niños una vez más? (…) Hoy día los niños siguen siendo moneda de cambio para todo, la educación hoy día no es un derecho, no es digna, no está siendo fuerte, no les llegan los materiales”.
Al lugar llegó también la concejala Rayén Pojomovsky, quien apuntó a la CGGV: “Es por una deuda de 4 o 5 meses me dicen, pero quienes vienen a cortar los suministros nos dicen que es mucho más. También estaba hablando con el secretario general de la corporación y me dice que lo de la luz lo están solucionando”.
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