La madrugada del 11 de noviembre Yerko Zambra, chofer de aplicación, venía saliendo del velorio de un amigo. Se subió a su vehículo y a los minutos tomó a un pasajero en el sector de La Florida, en la comuna de La Serena.
El sujeto, una vez arriba, de manera inmediata sacó una pistola y comenzó a golpearlo con una violencia extrema en su cabeza.
“Me empezó agredir con la cacha de la pistola, una y otra vez me golpeaba. A los pocos segundos se subió otro tipo y me bajaron del auto”, nos parte contando Yerko, quien hoy está vivo de milagro asegura.
“Me tiran al suelo y yo trato de arrancar. Ahí se suman tres tipos más y me empiezan a apuñalar una y otra vez, por lo menos 10 veces. La golpiza debe haber durado unos 15 minutos. Les pedía que pararan y uno de ellos empezó a gritar mátalo, mátalo”, nos relata Yerko.
Pero esto no quedó ahí, ya que tras la desmedida agresión que sufrió, por momentos perdió el conocimiento: “Cuando se van los 5 encima quedo inconsciente y me seguían apuñalando (…) Con la pistola me golpeaban la cabeza y de repente despierto en un charco de sangre”.
Yerko nos comentó que “gracias a Dios estoy vivo. Pese al nivel de violencia no tengo órganos comprometidos. Eran unos jóvenes que no pasaban los 30 años y alguno pudo haber sido menor de edad (…) La delincuencia y la violencia están en un nivel que ya no se puede medir, hasta abrieron el maletero del auto para echarme adentro”.
Tras la brutal golpiza y con su ropa ensangrentada, Yerko pudo llegar hasta la bomba Copec de calle Colo Colo, donde el bombero de turno pidió ayuda llamando a la ambulancia y a carabineros.
“Eviten salir en las noches, está muy peligroso y como choferes de aplicación estamos muy expuestos. Mañana no sabemos si volvemos a casa”, así concluye su relato Yerko, tras vivir una madrugada del terror.
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