Abrigar a los pacientes oncológicos durante este invierno es la cruzada solidaria que impulsaron las Damas de Lila junto al equipo de Hemato-Oncología del Hospital de La Serena, haciendo un llamado a la comunidad para que se sumen a la tradicional campaña llamada “El Ropero Lila”, una iniciativa que comenzó en el año 2015 y se realizó exitosamente en forma ininterrumpida hasta el 2019, pero que con la llegada de la pandemia se suspendió. Este año las voluntarias y el equipo de salud retomaron esta importante actividad que brinda apoyo a diversos pacientes provenientes de diferentes comunas de la región.
Nancy Vega, presidenta del voluntariado hospitalario invitó a la comunidad a ser parte de la campaña “estamos muy contentas porque pudimos retomar esta importante actividad, con la que buscamos llevar calor a los pacientes oncológicos, por eso el llamado es a que donen gorros, bufandas y cuellos nuevos o usados, en buen estado y limpios”.
Frente a esta importante cruzada, el doctor Javier Elorza, jefe de la Unidad de Hemato-Oncología del Hospital de La Serena destacó el histórico aporte de las voluntarias en el establecimiento, “la alianza que tiene nuestra unidad con las Damas de Lila es bastante antigua y ha sido muy útil para cooperar en los distintos problemas sociales que pueden tener nuestros pacientes. Motivan y ejercen un gran efecto en nuestra unidad, la presencia de las voluntarias es importante, ya que no sólo ayudan a los pacientes, sino que también entregan energía a los funcionarios del equipo”.
Además, el médico oncólogo recalcó que la campaña tiene un efecto positivo en la salud de los pacientes, tanto en lo emocional como en lo clínico, ya que las personas que se realizan quimioterapia perciben más el frío, porque con el tratamiento tienden a bajar de peso y pierdan la grasa corporal, aumentándoles su sensibilidad a las bajas temperaturas. Además, su sistema de defensa está deprimido, por lo que es muy importante reducir los focos de posibles contagios, ya que una enfermedad respiratoria en ellos podría ser muy grave.
“Abrigar es un acto de generosidad, de cariño, de cercanía y sobre todo para nuestros pacientes que están viviendo una patología, que muchas veces es compleja como el cáncer, este tipo de actividades les ayuda a sentir este calor humano tan necesario. Desde el punto de vista clínico, la quimioterapia -que es uno de los principales tratamientos que hacemos en nuestra unidad- inmunodeprime al paciente, es decir baja sus defensas, por tanto, en invierno estos usuarios tienen mayor riesgo de contraer otras enfermedades y el poder contar con toda la indumentaria para pasar un buen invierno, sin duda, los ayuda y los protege de tener complicaciones”, explicó el jefe de servicio.
Para la enfermera supervisora de la Unidad de Hemato-Oncología, Nicol Azolas, esta campaña viene a demostrar una vez más el gran compromiso de estas voluntarias con los pacientes. “Como equipo estamos muy contentos porque desde hace un par de meses, las damas de lila retomaron sus labores presenciales en oncología, brindando un acompañamiento continuo y amoroso a nuestros pacientes. Esta es una iniciativa que devela el amor profundo al prójimo que tienen estas mujeres, quienes logran empatizar con todas las necesidades que experimentan nuestros usuarios porque muchas de ellas también tuvieron la enfermedad. Como equipo nos sumamos, las apoyamos y las potenciamos porque son personas que podrían estar en otras actividades o dedicándose a los suyos, pero deciden estar acá junto a los pacientes en forma diaria”.
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