Las capillas Santa Marta en Cuncumén y Nuestra Señora de Lourdes en Tranquilla, fueron renovadas en su entorno y su funcionalidad interna, otorgando a la comunidad y sus respectivas congregaciones un espacio acogedor y de gran significado.
“Estoy feliz de haber logrado esto. Agradezco a toda la gente que nos ayudó y a Minera Los Pelambres porque si no hubiese sido por ese proyecto, nosotras nunca lo hubiésemos logrado solas”, comentó una emocionada Silvia Plaza, presidenta del Grupo Católico Santa Marta de Cuncumén, al recibir las nuevas llaves del recinto.
La Capilla Santa Marta, con una historia que se remonta a los años 80, fue objeto de importantes intervenciones, como el reemplazo de ventanas, implementación de aislación térmica y acústica, renovación del circuito eléctrico, mejoras en terminaciones, instalación del campanario, optimización del sistema de alcantarillado y la construcción de una techumbre de acceso que garantiza una protección adecuada tanto en días soleados como en jornadas lluviosas.
“Me parece un logro muy importante para la iglesia porque quedó muy bonita. Como participante me encuentro muy feliz y agradecida”, expresó Jessica Andrade, vecina de la localidad. Mientras, Juana González, secretaria del consejo católico, agregó que “invito a la comunidad a participar, que vengan a ver cómo quedó nuestra capilla que estaba tan abandonada. Ahora quedó linda, preciosa, estoy feliz”.
En Tranquilla, la Capilla Nuestra Señora de Lourdes también experimentó notables mejoras. El proyecto contempló embellecimiento de la fachada, cambio de ventanas y puerta en la sacristía, cerámica en el interior, cambio en las instalaciones eléctricas, entre otros detalles que fueron solicitados por los vecinos.
“Feliz de verla como quedó, hermosa, porque para la localidad y nosotros era muy difícil poder hacer todo este arreglo”, destacó Virginia Fredes Ossandón, presidenta del consejo, quién además agregó que “también se cambió el campanario, que se llovía y quedó fantástico”.
Por su parte, Carola Vicencio, secretaria del consejo, destacó el trabajo conjunto que protagonizó el proceso de mejora. “Para nosotros es un logro que se hizo junto con la junta de vecinos y con todas las instituciones. Siempre tenemos que buscar la ayuda externa, así que estamos felices con lo que tenemos. Agradecida, cien por ciento”.
Jaqueline Zuleta, supervisora de relacionamiento comunitario de Minera Los Pelambres, enfatizó en la importancia de esta colaboración: “estas son obras que son muy relevantes para la comunidad, porque las capillas son lugares de reunión para toda la localidad, es por eso que como Minera Los Pelambres creemos importante poder aportar a estas iniciativas que van en beneficio de todos los vecinos”, dijo.
Las capillas de Cuncumén y Tranquilla, ahora renovadas y embellecidas, se han convertido en lugares de profundo significado para sus respectivas comunidades, manteniendo viva la tradición y el sentido de comunidad que las caracteriza. Gracias al esfuerzo conjunto, estos espacios siguen siendo patrimonio cultural y religioso para las futuras generaciones.
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