En el fútbol hay frases clásicas y que por más que pasen los años, nunca dejan de tener vigencia. Una de ellas se aplica a lo que sucedió este fin de semana con piratas y granates: “El tren de las oportunidades pasa una vez y si no lo tomas te quedas abajo”.
Se sabe en las aficiones locales que es inevitable sostener la necesidad de éxito deportivo, tanto en La Serena como en Coquimbo. Eso significa que no puedes darte el lujo de no estar a la altura de las circunstancias, sobre todo en la coyuntura en que se presentó la última fecha.
Por el lado de CDLS ganar de local para entrar en la discusión por un lugar en la liguilla y consolidar la idea de fútbol que está imponiendo Luis Marcoleta ante un rival que, en el papel, era asequible. En tanto en el flanco aurinegro, estrenar su condición de líder a través de una presentación con autoridad y carácter de equipo campeón, jugando un clásico contra el colista en su feudo.
Nada de aquello ocurrió.
Y es que dejar pasar oportunidades, aunque al torneo aún le resten 13 fechas, no resulta ser el mejor concepto. En un campeonato donde está todo muy apretado y aquel equipo que cometa la menor cantidad de errores es el que va a quedarse con el objetivo, no se puede permitir deslices como no abrochar un partido (en el caso serenense) o presentarse como si fueras a jugar un amistoso y no un preciado ascenso (pasó en Valparaíso con Coquimbo Unido).
Esta lucha sigue y será seguramente punto a punto hasta el final, sin embargo cuando se sacan cuentas a fin de año, esperemos que no sea así, de las razones que no permitieron coronar un año con éxito hay que considerar estos puntos como la ocasión en la que se dejó pasar una oportunidad de consolidar posiciones, tema que deberá ser factor clave la próxima fecha con papayeros en San Felipe y coquimbanos de local ante Copiapó.
Se sabe en las aficiones locales que es inevitable sostener la necesidad de éxito deportivo, tanto en La Serena como en Coquimbo. Eso significa que no puedes darte el lujo de no estar a la altura de las circunstancias, sobre todo en la coyuntura en que se presentó la última fecha.
Por el lado de CDLS ganar de local para entrar en la discusión por un lugar en la liguilla y consolidar la idea de fútbol que está imponiendo Luis Marcoleta ante un rival que, en el papel, era asequible. En tanto en el flanco aurinegro, estrenar su condición de líder a través de una presentación con autoridad y carácter de equipo campeón, jugando un clásico contra el colista en su feudo.
Nada de aquello ocurrió.
Y es que dejar pasar oportunidades, aunque al torneo aún le resten 13 fechas, no resulta ser el mejor concepto. En un campeonato donde está todo muy apretado y aquel equipo que cometa la menor cantidad de errores es el que va a quedarse con el objetivo, no se puede permitir deslices como no abrochar un partido (en el caso serenense) o presentarse como si fueras a jugar un amistoso y no un preciado ascenso (pasó en Valparaíso con Coquimbo Unido).
Esta lucha sigue y será seguramente punto a punto hasta el final, sin embargo cuando se sacan cuentas a fin de año, esperemos que no sea así, de las razones que no permitieron coronar un año con éxito hay que considerar estos puntos como la ocasión en la que se dejó pasar una oportunidad de consolidar posiciones, tema que deberá ser factor clave la próxima fecha con papayeros en San Felipe y coquimbanos de local ante Copiapó.
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