Los Diputados y Senadores chilenos reciben una asignación mensual rotulada como “amortización por desgaste de vehículos” que llega a la considerable suma de $193.000 mensuales para la mantención de autos propios, ocupados en la función parlamentaria, tal como consigna Diario La Tercera.
El ítem, considerado en los gastos operacionales del ordenamiento de asignaciones, consiste en el pago de $193.000 para cada parlamentario que utilice su auto personal debidamente inscrito para el uso parlamentario y su despliegue territorial. El monto se provee para solventar el “deterioro de los vehículos” que mes a mes transportan a los legisladores y a sus equipos para el cumplimiento de sus actividades parlamentarias.
Según el texto oficial de la última resolución del Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias que en junio pasado actualizó la norma dice lo siguiente: “Cuando se trate de vehículos de propiedad del senador o el diputado inscritos a su nombre en el Registro Nacional de Vehículos Motorizados, e informados previamente al Senado o la Cámara como vehículos destinados a apoyar la función parlamentaria, se podrán financiar con cargo a este ítem las mantenciones y reparaciones necesarias para garantizar sus condiciones de uso y seguridad”.
Cuando parte esta normativa el año 2011, el monto era de $ 100 mil mensual, y hoy son los no menores $ 193 mil por cada congresista. Este monto es fijo y debe ocuparse en uno o mas vehículos inscritos por el diputado o senador correspondiente.
Los parlamentarios registran usualmente más de un automóvil como vehículo de trabajo, pero es el Congreso el que asume los gastos de tags, peajes, mantenimientos y seguro automotriz ademas.
En la región, hasta el cierre de esta edición, el diputado Matias Walker ( DC ) a través de su equipo comunicacional confirmó recibir y ocupar este monto en sus dos vehículos inscritos. También el Diputado Daniel Nuñez del PC recibe dicho monto.
Este último señaló que “los parlamentarios usamos el auto privado para trabajo distrital y el traslado al congreso. En mi caso tengo que trasladarme por toda la región y también entre Santiago-Valparaíso, por tanto tengo dos autos inscritos y uso el recurso que la cámara entrega para hacer la manutención de dichos autos (…) La cámara no nos pone autos fiscales, tampoco de choferes, como lo hacen alcaldes o ministros, en el caso mío, yo y mi equipo conducimos por turnos, siempre. Incluso, te contaré que jefes de servicio tienen o pueden disponer de un auto fiscal, pero los parlamentarios no disponemos”.
Cabe destacar, que una mantención de un vehículo sedán de cilindrada media, en el concesionario oficial de la marca oscila en promedio entre los 100.000 y los 500.000 pesos dependiendo de la marca y la cantidad de kilómetros recorridos. En declaraciones de algunos equipos de parlamentarios en Valparaíso, se calculó que un vehículo recorría promedio 80.000 kms al año entre traslados a Valparaíso y despliegues en sus regiones.
Desde la Cámara de Diputados indicaron a través de un comunicado que “nunca se consideró disponer de una flota de vehículos para los/as diputados y diputadas, por el alto costo económico que ello significaba para esta Corporación”.
El Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias, en uso de sus facultades, atendido que los parlamentarios utilizan sus autos particulares en su función pública y no uno de propiedad fiscal, fijó en 2011 la asignación en $200.000, la que a diciembre de 2017, por efectos de los reajustes, ascendía a $232.000. En junio de este año tal monto fue rebajado a $193.000.
“Esta Corporación debe aclarar que tal asignación no cubre el pago de los seguros de los vehículos, ni de permisos de circulación, revisiones técnicas, como tampoco considera reparaciones producto de accidentes o desgaste propio al uso del móvil, como cambios de neumáticos o reparaciones mayores. Tales gastos son asumidos directamente por el propio parlamentario o parlamentaria”, agrega el documento.
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