Alfonso Ossandón, gestor de la entrega del “Libro del Mar” en un colegio de La Serena en mayo del año pasado, solicitó a Bolivia un asilo humanitario tras sentirse amenazado por las agencias de inteligencia del país y porque asegura que no tiene posibilidades de trabajo en Chile.
De esa forma Ossandón se convierte en el primer chileno en solicitar dicho asilo al país vecino.
En conversación con MiRadio, indicó que se siente amenazado, ya que según su testimonio los órganos de inteligencia del país habrían “pinchado” su teléfono y grabado una conversación telefónica con su hija.
Al consultarle cómo se enteró de aquella situación, señaló que “al momento que un Carabinero expone esa prueba a ante un juez para inculparme de que soy parte de una asociación ilícita”.
Tras esto y por razones de seguridad de su familia, habría escrito una carta dirigida al presidente de Bolivia, Evo Morales, donde establece que en Chile no tiene posibilidad de trabajar, ya que no ha logrado conseguir empleo tras varias entrevistas laborales, por lo que pide el asilo humanitario.
En la parte final de la carta indicó que Chile no da las garantías de seguridad ni posibilidades de desarrollo comprobado empíricamente en su territorio.
“Cuando hay oficiales del ejército activos que hacen gárgaras de amenazas por la acción de haber puesto ese libro (Libro del Mar) en un proceso pedagógico, en un proyecto pedagógico y te dan usando las redes sociales que “a este tipo hay que fusilarlo”, ¿qué me espera a mí?”.
“¿Yo tengo que esperar que la bala entre o tengo que tomar acciones para protegerme?”.
Comentó que realizó la denuncia formalmente sobre la investigación que se hizo a los oficiales del ejército que supuestamente habrían estado detrás de la aplicación de inteligencia en su contra.
Sobre el origen de la persecución que siente que vive por parte del ejército y las policías, Ossandón explicó que, “durante el Gobierno de Michelle Bachelet lo que ocurrió es el propósito de criminalizar un libro a partir de ahí lo otro es de soldados descerebrados que tomaron esas acciones contra mi persona”.
Asimismo se le preguntó si estaba actualmente en alguna investigación o en algún proceso judicial que pudiera justificar la intervención de su teléfono a lo que señaló que “todo el mundo sabe, los que me conocen por lo menos, que siempre he estado vinculado a procesos de investigación y de seguimiento de procesos de lucha y reivindicaciones sociales”.
Y agregó que “simplemente estos tipos están justificando su sueldo y tienen que irse para la casa, el alto mando de Carabineros tiene que tomar cartas en el asunto y tienen que irse para la casa”.
Sobre lo que espera conseguir, Ossandón señaló que sabe actualmente su tema no es prioridad para la Cancillería, por lo que está dispuesto a tomarse el tiempo necesario por una respuesta.
“En lo personal creo que las veces que he estado en Bolivia el pueblo boliviano me ha tratado muy bien, he estado en varios encuentros internacionales y si tú te fijas en la redacción de la carta es para ejercer ciudadanía universal, una vanguardia dentro de sentirse ciudadano del mundo”.
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