A ordenar a ordenar cada cosa en su lugar frase que nos lleva a la infancia, evocamos la edad en que todo tiene un lugar, sin embargo, crecemos y el caos se apodera de los espacios físicos y emocionales.
El desorden genera energía estancada que nos impide avanzar en la vida, nos limita en todo, y este caos lo provocamos nosotros mismos. Este bloqueo o estancamiento, es una red que atrapa, sientes la necesidad de ordenar, pero no sabes cómo y por dónde comenzar. El orden se define como todo aquello que funciona de determinada manera.
El caos del desorden provoca mal humor, desinterés en otras palabras es bloqueo energético en nuestras vidas. Bloquea las vías de acceso de oportunidades y nos hace perder tiempo, intentado infructuosamente, este orden, que se convierte en una montaña difícil de escalar.
El universo, es energía, si queremos cambios renovar la energía en nuestros espacios, es vital. La energía necesita espacios ordenados y despejados para fluir libremente y en forma controlada, a mayor desorden y menor espacio disponible, más se bloquea la energía hasta estancarse y todo se detiene, comenzamos a preguntarnos ¿qué provoca este bloqueo? buscando generalmente causas externas, en realidad esta energía vital estancada es el mayor escudo que impide el fluir en la vida.
El desorden afecta nuestra conciencia, nuestras emociones, la sincronía con quienes compartimos espacio, en el hogar, lugar de trabajo. Altera el camino para obtener nuestras metas. Si acumulas cosas en la cocina, afectas la abundancia, bloqueas tu prosperidad. Objetos acumulados detenidos en el tiempo se traducen en miedos a relacionarnos con los otros, temor y mal manejo de las emociones, descontrol, vulnerabilidad emocional, etc. Apego al pasado, temores para emprender nuevos caminos.
El primer paso, es dar ese preciado andar, el orden de las zonas de trabajo se traduce en productividad, de los espacios de nuestro hogar es renovar la energía, un sentido nuevo a nuestra vida a las decisiones y proyectos.
Ordenar hará que evitemos ansiedad, desórdenes de sueño, problemas de concentración y estrés. Despejar el espacio físico ayuda a despejar tu mente, sientes alegría sincronía.
El desorden acumula polvo, suciedad, pelos de mascotas y hongos. Son un desastre para nuestra salud, provocando alergias, enfermedades respiratorias, inflamaciones, estrés oxidativo y, con el paso de tiempo, algunas enfermedades crónicas. Al ordenar cuidas tu cuerpo físico.
El mantener nuestro hogar, lugar de trabajo ordenado nos da mejor y más calidad de tiempo que es un bien escaso. El orden incide en la vida social de quienes conviven en ese hogar y fluidez de las relaciones interpersonales.
Una casa desordenada es como una aspiradora de energía que altera nuestro ánimo y proyectos. Así es que reciclar, donar, revisar, son prácticas que traerán salud física emocional y energética a nuestra vida. Menos, es más, ordenar es una forma de sanar nuestro pasado, nuestras emociones, enfrentar miedos y comenzar nuevas etapas. Que el tiempo te dé tiempo, Feliz Semana @astroterapia.
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