Alerta en la opinión pública de la región provocó estudio de la Universidad Católica sobre posibles contaminantes “fantasmas” en el agua potable de La Serena y Coquimbo, además de Copiapó. Los investigadores de la Pontificia Universidad Católica evidenciaron presencia de perclorato y clorato en el agua potable tras tres años de investigación del Laboratorio de Biotecnología y Microbiología de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la UC.
Ante tal impacto mediático, ambos diputados solicitaron medidas inmediatas para esclarecer la situación. El Diputado DC Matías Walker emplazó a la Autoridad Sanitaria de la región a pronunciarse respecto a este estudio del laboratorio de Microbiología de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la Universidad Católica. “Es muy importante, que la autoridad de salud, específicamente la Seremi de Salud, adopte las providencias y las campañas necesarias a fin de que la población tome resguardos frente a lo que indica este estudio, que eso pueda ser conocido y difundido a la población”, señaló Matías Walker.
Walker recordó el caso de los contaminantes en la comuna de Ovalle, al respecto indicó: “No podemos olvidar lo que ocurrió con el Norovirus en Ovalle. De ahí que hemos solicitado mediante oficio a la superintendencia de servicios sanitarios, para que se inicie una investigación, aclare lo relacionado con este estudio de la Universidad Católica, y, de ser necesario, imponga la sanciones que correspondan, de acuerdo a la Ley de Servicios Sanitarios”, dijo Matías Walker.
En tanto el diputado PC Daniel Núñez resolvió proponer citar a la próxima Comisión de Recursos Hídricos a Aguas del Valle, a la SISS y a los académicos de este estudio. Al respecto señaló: “Me parece muy grave el estudio que hay y que arroja que el agua tanto en la ciudad de Copiapó como en La Serena y Coquimbo que tendría una serie de elementos contaminantes que podrían afectar la salud. Hay que llegar a fondo con esta situación, saber si hay un origen natural, artificial, es decir, de acciones humanas u otra situación que desconocemos. Para poder comprender a fondo lo que ha ocurrido, para poder comprender este tema que se ha generado, las consecuencias que pueda tener esta presencia de elementos que puedan ser nocivos para la salud, propondré esta citación a la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara”, afirmó el diputado Núñez.
Ignacio Vargas y la explicación del caso
Ignacio Vargas, encargado de este estudio, explicó a través de un escrito que “estas sustancias probablemente han estado por muchos años presentes en nuestras aguas, como se muestra en el artículo científico que recientemente publicamos en la revista Environmental Research, titulado: “Perchlorate contamination in Chile: Legacy, challenges, and potential solutions” . En este caso, no existe necesariamente un culpable. Su ocurrencia puede ser de causa natural y así ha sido descrito en diversas investigaciones, especialmente en zonas como el desierto de atacama”.
Vargas aclaró que “la empresa proveedora de agua (en referencia a Aguas del Valle en el caso de la Conurbación) no es responsable ni de la ocurrencia de estas sustancias, ni del tratamiento de estas (ya que no son sustancias normadas, por ser emergentes). No confundirse pues su ocurrencia no tiene que ver necesariamente con concentraciones de otras sustancias que sabemos que son nocivas como el arsénico, pesticidas, etc. El perclorato y clorato son sustancias no reguladas en Chile. Ahora podemos medirlas, por tanto, me parece algo positivo, ya que podemos trabajar hacia futuro. El mensaje es que ahora que podemos medirlas es momento de empezar a monitorearlas para saber la magnitud de su ocurrencia en una escala temporal y mejorando la resolución espacial de los datos existentes”.
El investigador tambien agregó también que “nuestro trabajo es un paso más hacia tener esta discusión y ojalá que existan más esfuerzos por monitorear estas sustancias y así evaluar la necesidad de diseñar sistemas de tratamiento que puedan responder a estos nuevos desafíos (no solo en chile). Nuestro trabajo, en mi laboratorio, apunta justamente a esto, lo que estamos haciendo es investigar nuevas estrategias tecnológicas para el tratamiento del perclorato y clorato de una manera sustentable. Es fundamental que trabajemos: autoridades, empresas sanitarias y academia; todos juntos frente a estos nuevos desafíos, con el objetivo final de tener agua segura para la población”.
De la misma manera, desde Aguas del Valle señalaron que “la empresa cumple con la exigente norma para el agua potable en Chile ya que este es un tema país que debe ser abordado por las autoridades y los actores del agua”, añadieron que la sanitaria “está disponible para participar de estudios en este sentido, en conjunto con las autoridades y la academia”.
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