Una extraordinaria concurrencia de fieles devotos a la Virgen del Rosario, llegaron hasta el Santuario de Andacollo este domingo 6 de octubre, con el fin de participar en los actos centrales de la tradicional Fiesta Chica. El fervor de los miles de peregrinos, junto con la alta temperatura reinante en la comuna minera, hicieron de este día una magnifica experiencia de fe. En la festividad, también estuvieron presente los Bailes Religiosos provenientes de distintas comunidades de las cuatro Vicarías de la Arquidiócesis, como también de otras zonas del país, quienes con sus danzas y plegarias, acompañaron a la Chinita durante toda la jornada.
A las 11:00 horas, en la Basílica Menor, fue celebrada la Eucaristía Solemne, la que fue presidida por el Arzobispo René Rebolledo Salinas, acompañado de numerosos sacerdotes, diáconos permanentes y seminaristas. “Nos hemos reunido en la casa de nuestra Madre para renovar la fe y compromiso con el Señor. La fiesta es mariana, somos un pueblo mariano. Sin embargo, somos cristocéntricos. La Virgen nos lleva hacia la persona de Jesús, nos lo enseña y acompaña para que nos encontremos como personas, hombres y mujeres, y también como comunidad”, manifestó el P. Adam Bartyzol, Rector del Santuario.
Mensaje del Arzobispo
En su homilía, el Pastor Arquidiocesano destacó la bendición que significa para los andacollinos el vínculo permanente con la Madre del Señor. “Saludo con gran cordialidad a todos los fieles de Andacollo. Los felicito una vez más por la gran distinción que han recibido, en la presencia permanente, materna y tan querida de la Virgen del Rosario en medio de su pueblo. Felices ustedes porque la chinita ha establecido aquí su morada. Qué grata misión tienen ante Ella, como lo es mantener este clima espiritual de gran altura, que haga posible que miles y miles de peregrinos puedan vivir un real encuentro con el Señor en este Santuario, y salir desde esta tierra con su fe renovada y su esperanza reanimada”, enfatizó.
Del mismo modo, el Arzobispo se refirió a la admiración y cariño, en especial por parte de los hermanos argentinos, hacia la figura de la Virgen de Andacollo. “Los acogemos con gran cordialidad y les agradecemos por tantas muestras de amor a la Virgen de Andacollo en su tierra. A Ella han dedicado parroquias, comunidades y otras instancias eclesiales. Ella los siga acompañando, intercediendo por todos y bendiciéndolos con su presencia maternal”.
Finalmente, Mons. Rebolledo participó a los presentes el significado de los textos presentados en esta santa Misa. “Oímos en el Evangelio que Jesús nos entrega a María como nuestra Madre. Por ello, le decimos: Virgen santa de Andacollo, aquí está el pueblo de Dios, parte significativa y representativa de un sin número de comunidades, todos dispuestos una vez más a ser enviados, disponibles para proseguir formándonos en los fundamentos de nuestra fe, conociéndolos más profundamente, procurando vivirlos con mayor entrega, enseñando a otros y traspasando de este modo a la actual generación la antorcha de la fe, custodiándonos mutuamente como nos enseña el Papa Francisco, puesto que todos somos corresponsables en la marcha del Pueblo de Dios y brindándonos, los unos a los otros, un testimonio sencillo y humilde, de amor al Señor, así como Ella nos lo ha demostrado y enseñado a lo largo de su vida”, detalló.
Virgen saludó a su pueblo
Por la tarde, tuvo lugar la Solemne Procesión por las calles de Andacollo, ocasión en que la Virgen del Rosario recibió el cariño de sus fieles devotos que llegaron en gran cantidad. Durante el recorrido, la sagrada Imagen fue acompañada y saludada con globos, pañuelos blancos y numerosas muestras de alegría y agradecimiento.
“Subir hasta Andacollo es una verdadera tradición familiar. Desde muy pequeña mis padres nos traían para agradecerle a Virgen del Rosario por su protección. Ellos ya no están pero ese amor inmenso que me fue inculcado se lo vengo a demostrar a la Chinita año a año, para que siga amparando a mi familia, amigos y seres queridos” , expresó Ismenia Vergara, proveniente desde Ovalle.
En tanto, Héctor Toro, oriundo de La Serena, comentó sobre lo hermoso que ha sido la jornada. “La santísima Virgen es una figura importante en la fe. Uno agradece por su intercesión ante el Señor y por tanto ofrecido a su pueblo. Ella nos acompaña el peregrinar de la vida, por eso es necesario venir a encomendarse para que siga bendiciéndonos. Ella no nos abandona, nosotros tampoco lo hacemos”, detalló.
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