Actualmente existen 186.723 niños, niñas y jóvenes de entre 5 y 21 años que no han completado su educación escolar y, según estimaciones del Mineduc, esta cifra podría aumentar en 81.099 escolares más como una consecuencia de la crisis sanitaria, llegando a 267.822 alumnos fuera del sistema escolar.
Si bien esta problemática se podría incrementar de forma considerable por la pandemia, es un tema en el que el Mineduc en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social y Familia ha trabajado desde el año pasado con la implementación del Sistema de Alerta Temprana (SAT).
El SAT es una herramienta de focalización preventiva, que, a partir de información administrativa, permite identificar el conjunto de condiciones individuales, familiares y del entorno escolar, que tienden a presentarse cuando existe riesgo de deserción escolar. En la primera fase de aplicación del SAT, realizada entre octubre de 2019 y septiembre de 2020, que abarcó a todos los establecimientos públicos del país adscritos al sistema con matrícula de 7° a 4° medio (3.490 establecimientos), se determinó que, de una población identificada de 564.625 estudiantes, 57.695 alumnos se encuentran en riesgo de deserción escolar.
El seremi de Educación, Claudio Oyarzún, explicó que el SAT “se implementó como una forma de prevenir, identificar oportunamente e ir en ayuda de estos estudiantes, al abordar el fenómeno de la deserción desde una visión integral. Además, ha contribuido para entregar información valiosa para la gestión y toma de decisiones locales en los establecimientos, fomentando el liderazgo del director en ello”.
El seremi de Desarrollo Social y Familia, Marcelo Telias, afirma que “esta herramienta nos permite identificar el riesgo de la deserción escolar y generar una estrategia focalizada con el estudiante, su familia y su comunidad educativa, de tal forma de entregar un apoyo, que tiene como objetivo evitar que los niños, niñas y adolescentes salgan del sistema educativo. Como Gobierno, nuestro objetivo brindar las condiciones para robustecer su permanencia en las escuelas”.
A partir de noviembre de 2020 el Sistema de Alerta Temprana se extenderá a todos los establecimientos del sistema educativo, integrando así a la totalidad de los colegios particulares subvencionados con matrícula de 7° a 4° medio.
Tras la identificación de los alumnos en riesgo de desertar, “los directores pueden desplegar una batería de acciones para contactar a esos estudiantes con los que se ha perdido el vínculo. Algunas opciones que aplican las escuelas son el uso de redes sociales, llamadas telefónicas, y la planificación de visitas domiciliarias. Luego, explicarle a los estudiantes identificados por el SAT que el año escolar no está perdido y que nunca es tarde para volver a retomar el año. En tercer lugar, aplicar para esos estudiantes un plan de acompañamiento y evaluación personalizado que busque motivarlos y reconectarlos con la escuela”, asegura Raimundo Larraín, jefe de la División de Educación General (DEG) del Mineduc.
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